NO HAY GOZO, SINO EN CRISTO

• Jesús, dijo: Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
• Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.
• Oh Altísimo Señor, 
• tu glorioso candor, de gracia nos lo has concedido.
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• Jesús, enseña: He aquí yo os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. 
• Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. 
• Oh Santo de Israel, en tu majestuoso nombre, nuestra alma confiará;
• porque Tú eres nuestro Salvador, y nosotros tus consagrados siervos. 
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• La Biblia dice: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
• Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. 
• Oh Alto y Sublime, únicamente en tu santuario nos sentimos amparados;
• porque guardados somos por tu gloria excelsa.
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• La Biblia enfatiza: Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma; mi carne también reposará confiadamente; porque no dejarás mi alma en el Seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción. 
• Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre. 
• Oh Fiel y Verdadero, anhelo tiene mi quebrantado corazón, 
• de vivir contigo eternamente. 
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• Jesús, constata: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 
• Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. 
• Oh mi Cristo, solo en tu loor nos podemos gozar;
• porque Tú has incensado nuestra alabanza. 
•                  Paz de Cristo