- Oh mi Cristo,
- reminiscencias inmundas raeré en su totalidad de los recovecos del alma.
- Y de gracia el Santo Espíritu,
- me dará la sobrenatural paz que sana.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en tu presencia hay plenitud de gozo.
- Y será en el día postrero,
- cuando nos revestirá de gloria, oh Señor, tu eterno propósito.
- Oh Santo de Israel,
- tuya es la provisión del celestial santuario.
- Y por el don de la fe,
- nos has revelado, oh Rey de reyes, la obra redentora de tu inmolación en la cruz del Calvario.
- Oh Sumo Hacedor,
- Tú eres el Todopoderoso que habita en luz inaccesible.
- Y nuestra sed espiritual será saciada con tu excelso amor,
- que es el manantial sagrado e inmarcesible.
- Oh Alfa y Omega,
- únicamente Tú conoces los límites del universo ignoto.
- Y guardado en tu majestuosa diestra,
- lo palpará el discípulo probo.
- Paz de Cristo
miércoles, 26 de enero de 2022
RAERÉ TODA MI INMUNDICIA PARA AMARTE, OH CRISTO
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