- Oh mi Cristo,
- minada esta la humanidad,
- porque todos lo ve con un perverso prejuicio,
- que no la permite ahondar en el santuario de la verdad.
- La Biblia dice: En cuanto a las cosas que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; pero a causa de las fornicaciones cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido.
- El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido.
- Oh gran Dios, con el matrimonio al mundo has bendecido;
- y nada a varón y hembra los separará, sino el adúltero del que con su cónyuge no estuvo comprometido.
- La Biblia enseña: La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer.
- No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
- Oh Alfa y Omega, varón y varona a tu imagen y semejanza fueron creados, como cúspide magistral del humano ser.
- Y en el Edén fue su pecado, que trascendió a toda la humanidad por causa de la desobediencia.
- La Biblia constata: ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maledicentes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
- Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
- Oh Cristo Jesús, fieles y sin mancha son tus siervos consagrados;
- y por ser heredad de tu linaje, a la sazón bienaventurados.
- Jesús, dijo: Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
- Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
- Oh Santo de Israel, Tú eres Dios manifestado en carne, para el crédulo y para el incrédulo;
- pero únicamente salvarás, al que hasta el fin invocare tu majestuoso nombre, con el espíritu quebrantado a tus excelsos pies y las rodillas genuflexas.
- Paz de Cristo
sábado, 22 de enero de 2022
MULTIPLICAD EXPONENCIALMENTE LA PIEDAD EN CRISTO
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