- Oh mi Cristo,
- en tu abrazo habita el candor.
- Y no existe otra verdad, sino la del Santo Espíritu,
- acrisolándonos en su excelso amor.
- Oh Cristo inmolado,
- un abrazo diste a toda la humanidad, en tu sacrificio y muerte de cruz.
- Pero para ser santificado,
- has de haber visto el sobrenatural resplandor de su majestuosa luz.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- sin tu abrazo genuino;
- no son posible las celestiales bendiciones,
- que nos guardan del ignominioso maligno.
- Oh Rey de la gloria,
- la displicencia del ser humano,
- es fútil, oh Señor, frente a la gloriosa victoria,
- de tu eterno abrazo.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- tu abrazo absolutamente grandioso,
- nos lo has dado en la revelación del Sagrado Escrito;
- por ser su bienaventurado fin, el más piadoso.
- Paz de Cristo
sábado, 29 de enero de 2022
NINGÚN ABRAZO ES COMO EL QUE TÚ DAS, OH CRISTO
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