- Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
- Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
- Oh mi Cristo, para que tuviera convicción de pecado a la humanidad redimiste;
- pero sus conocimientos de la Sagrada Palabra son exiguos.
- Oh Soberano Redentor,
- execrable fue tu sacrificio en la cruz del Calvario.
- Sin embargo nos ofrendaste el excelso amor,
- que proviene del eterno santuario.
- Oh Cristo Jesús,
- en tu muerte, sepultura y resurrección,
- se hizo visible la gloriosa e inaccesible luz,
- que nos bendijo con el majestuoso perdón.
- Oh Fiel y Verdadero,
- nuestro fin es reconocer tu senda de gloria.
- Y así de tu mano recibiremos en el día postrero,
- el galardón de la victoria.
- Oh Alfa y Omega,
- ser tu heraldo es la máxima distinción.
- Y recibir, oh Rey de la gloria, el candor de tu pureza,
- es la celestial unción.
- Paz de Cristo
lunes, 3 de enero de 2022
HEBREOS 11:1,2 EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario