SED HERALDOS DEL EVANGELIO EN CRISTO
- Jesús, dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
- El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
- Oh mi Cristo, en el debe de muchos pusilánimes se ve reflejada esta asignatura;
- porque no han asumido lo que mandató a sus hijos el Señor resucitado.
- Jesús, enseña: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame.
- Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
- Oh Santo de Israel, anunciaré tu nombre a toda alma afligida que en el camino me encontrare;
- y el propósito de la semilla sembrada, su espiritual vida prosperará.
- Jesús, enfatiza: Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.
- Más ¡ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.
- Oh Rey de reyes, de gracia recibimos tus gloriosas bendiciones.
- Y es que, oh Señor, Tú viniste a deshacer las obras del diablo, que nos sometía al obscurantismo nefando.
- La Biblia dice: ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
- Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
- Oh Fiel y Verdadero,
- ubicua e inefable es tu omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia en el universo singularmente prodigioso.
- En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
- El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
- Oh Alfa y Omega,
- guardada es la grandiosa creación, en tu excelsa diestra, al no ser impedimento su inconmensurable medida.
Dios te bendiga amado hermano Luis un abrazo fuerte y sigue anunciando este evangelio glorioso en el que Dios sigue salvando.
ResponderEliminarAmén.
ResponderEliminarDios te bendiga, hermano Jonathan.
Un grandísimo abrazo.