- Oh mi Cristo,
- ninguna vicisitud habrá en nuestra vida que el Todopoderoso no pueda solucionar.
- Y tendremos sabiduría de lo alto, cuando permanezcamos en la verdad del Sagrado Escrito,
- y seamos concernidos de su gracia al poderlo escudriñar.
- Oh Santo de Israel,
- Tú viniste al mundo a limpiarnos el corrosivo pecado.
- Y a la vez,
- deshacer las obras del diablo.
- Jesús, dijo: No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada.
- Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y la nuera contra su suegra; porque los enemigos del hombre serán los de su casa.
- Oh Alto y Sublime, el alma de tu siervo en santidad habrá de ser guardada,
- por tu grandiosa e inexpugnable diestra.
- Jesús enfatiza: El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mi, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí.
- El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
- Oh Alfa y Omega, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
- Y al que hace exaltación de tu majestuoso nombre, nadie le hollará.
- Jesús, asevera: El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
- El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibirá; y el que recibe a un justo por cuanto es justo, recompensa de justo recibirá.
- Oh gran Yo Soy, el que en tu paraíso entrare, de lo inicuo se blindó;
- y es que, toda inmundicia a sus siervos raerá.
- Paz de Cristo
lunes, 3 de enero de 2022
SÉ UN GENUINO DISCÍPULO EN CRISTO
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