- El fin de todo discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
- Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
- Oh mi Cristo, la obediencia a tu Sagrada Palabra ha de ser confiada al siervo que ha resistido hasta la sangre en tu santo nombre;
- y es que, en su predicación irrefutable ha puesto todo el fervor del alma.
- Oh Soberano Redentor,
- en tu abominable sacrificio de la cruz del Calvario, te inmolaste por toda la abyecta humanidad.
- Y nos ofrendaste tu eterno amor,
- que discurre por el áureo río de la santísima verdad.
- Oh Sumo Alfarero,
- en moldear el alma de tus genuinos siervos,
- has puesto sublime esmero,
- para hacernos dignos moradores de los gloriosos cielos.
- Oh Omnipotente Hacedor,
- de un frágil barro hiciste nuestro ser.
- Pero de unción le concerniste, oh Señor,
- y así pudo en tu majestuoso nombre creer.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- en el pálpito de nuestro corazón es manifiesta tu gloria.
- Y seguiremos exprofeso al Santo Espíritu,
- hasta la final victoria.
- Paz de Cristo
viernes, 7 de enero de 2022
ECLESIASTÉS 12:13,14 EN CRISTO
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