SÍ, HAS LLEGADO AL LIMITE DE LO ESPIRITUAL EN CRISTO

• La Biblia dice: Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre. 
• Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo; como un escudo lo rodearás con tu favor.
• Tú eres Dios manifestado en carne, oh Hijo del Hombre.
• Y el siervo que en tu glorioso nombre cree, ha sido santificado por la magnificencia de tu amor.
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• Del mismo modo que no puedes limitar al viento; 
• esta analogía se cumple en el Omnipotente Señor Jesucristo. 
• De Sion es la fragancia del Padre Eterno;
• y en su loor se mueve el Santo Espíritu. 
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• La Biblia enseña: Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
• Oh mi Cristo, cuán perniciosa es la arrogancia de tu magistral obra.
• ¡Tu alma acrisolada sientes,
• cuando te guarda la excelsa e inexpugnable roca!
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• La Biblia constata: Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve. 
• Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios. 
• Oh Sumo Creador, Tú habitas la eternidad de luz inaccesible;
• y en ella anhelamos vivir tus verdaderos heraldos. 
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• Jesús, asevera: Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 
• Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 
• Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, un nuevo nacimiento nos has dado en ti;
• y muestro espíritu, alma y cuerpo, por tu bendición, oh Rey de la gloria, de nuevo ha vuelto a nacer. 
•                    Paz de Cristo