- Oh mi Cristo,
- ningún obstáculo es impedimento para manifestar tu gloria.
- Tu propósito de eternidad se ha de cumplir inexorablemente en el proscrito,
- para darle la final victoria.
- Oh Sumo Alfarero,
- en tu rueda has moldeado vasos que pendían del abismo.
- Y les pusiste un corazón nuevo,
- para postrarse fieles a tus pies, oh Altísimo.
- Oh Sumo Redentor,
- por revelación tus genuinos siervos sabemos, que hemos sido culpables de tu sacrificio en la cruz del Calvario,
- Y tan excelso fue tu amor,
- que tu preciosa sangre derramada nos dio gracia para abrir la puerta del eterno santuario.
- Oh Santo de Israel,
- tu sepultura fue en un sepulcro prestado.
- Y hasta en tus discípulos prescribió la fe;
- porque no creyeron, oh Señor, que Tú eras el primogénito de los muertos resucitado.
- Oh gran Yo Soy,
- para el que cree en tu santo nombre todo le es posible.
- Y si tú te vuelves al Omnipotente Señor Jesucristo, hoy;
- tu encuentro con el Padre Eterno, será inamovible.
- Paz de Cristo
sábado, 15 de enero de 2022
EL HECHO MÁS SUBLIME ES HABERTE CONOCIDO, OH CRISTO
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