- Oh mi Cristo,
- desconocemos intrínsecamente todo lo que nos rodea.
- Y de gracia el Santo Espíritu,
- nuestra vida con su misericordia vela.
- Oh Sumo Hacedor,
- la visión de nosotros mismos en un espejo se proyecta distorsionada.
- Y es que, oh Rey de reyes, Tú eres el sanador,
- del alma errática e intoxicada.
- Oh Soberano Redentor,
- la Sagrada Palabra nos desvela toda la falsaria religión predicada por el ser humano.
- Y descubrimos la ignominiosa idolatría con estupor,
- al ver en cada imagen un ídolo demoníaco.
- Oh Sumo Alfarero,
- tu magistral obra humana la hiciste de una misma sangre.
- Pero solo los vasos de honra, serán salvos en el día postrero;
- por ser su alma concernida de tu santo linaje.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- Tú eres la estrella resplandeciente de la mañana.
- Y la majestuosa luz de tu Santo Espíritu,
- es la semilla sagrada, que desde antes de la fundación del mundo, ha lugar a la salvación o condenación del alma.
- Paz de Cristo
viernes, 14 de enero de 2022
EN MEDIO DE LA NADA NECESITAMOS DE TU MISERICORDIA, OH CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario