- Oh mi Cristo, con tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario,
- nos diste vida de gloria eterna.
- Oh Señor, el velo rasgado de arriba abajo (tu carne) permitió entrar a las hordas de abyectos pecadores en el glorioso santuario,
- para purificar inmerecidamente su alma perversa.
- Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió.
- Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
- Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
- El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
- Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.
- Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
- De nuevo, siempre podrás hacer la vasija que se malogró,
- para que haga exaltación de tu majestuoso nombre en sus fervientes vigilias;
- y es que, se ha deshecho de su espíritu moribundo,
- oh Fiel y Verdadero.
- Y con denuedo hasta el fin de la tierra, el Evangelio de la gracia podrá predicar;
- por ser tu perfecto y santo hijo.
- Jesús, enseña: Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
- Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
- Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
- Oh Hijo del Hombre, de tu bienaventurada esperanza rebosando estoy,
- por ser uno de los llamados y también escogidos siervos;
- y ser de la grandiosa comisión que desde la eternidad y hasta la eternidad, en vuestra alma mi designio satisfagáis.
- Jesús, enfatiza: De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su Señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.
- Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis.
- Oh Rey de reyes, Tú puedes ver, lo que nadie aún vio;
- y en su milagrosa omnisciencia, todos sus probos discípulos permaneceréis.
- Jesús, asevera: No hablo de todos vosotros; yo sé a quienes he elegido; mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar.
- Desde ahora os lo digo antes que suceda, para que cuando suceda, creáis que yo soy.
- De cierto de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
- Oh Cristo Jesús, como tu nos amaste, excede a todo conocimiento para poder amar;
- pero al paraíso fue contigo, el ladrón que se arrepintió un día como hoy,
- porque su ser de tu excelsa gracia recibió.
- Paz de Cristo
viernes, 12 de agosto de 2022
APÁRTATE DEL HEDOR LETAL Y VIVE EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario