- Oh mi Cristo,
- en la búsqueda de tu santo rostro se manifiesta lo eterno.
- Oh Santo Espíritu,
- revélanos la única verdad del cielo.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- Tú creaste el universo y lo que él contiene, mostrándonos la primorosa belleza de tu eterna omnisciencia.
- Y por tus misericordias y favores,
- nos hemos edificado en la Sagrada Palabra de celestial excelencia.
- Oh Alto y Sublime,
- guárdanos en la perfecta paz de tu glorioso regazo.
- Y que sea tu sobrenatural mimbre,
- la fortaleza inexpugnable del siervo santo.
- Oh Sumo Alfarero,
- Tú has restaurado los vasos más corruptos.
- Pero será en el día postrero,
- cuando aprobarás o desaprobarás a los corazones, que por tu rueda fueron nuevamente moldeados.
- Oh Alfa y Omega,
- lo que de tu gracia recibimos, daremos indubitablemente de gracia.
- Y es en la búsqueda de tu eterno rostro donde el tiempo se para;
- y te ofrendamos, oh Señor, con máxima solemnidad, nuestra santísima reverencia.
- Paz de Cristo
martes, 16 de agosto de 2022
BUSCARÉ EN TODO TIEMPO TU ROSTRO, OH CRISTO
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