- Oh mi Cristo,
- la oveja que nunca se perdió, por tu misericordia fue rescatada.
- Y es que, por el poder del Espíritu,
- siempre se sintió en su llenura santificada.
- Oh Fiel y Verdadero,
- con los vetos del maligno, se rinden los mediocres.
- Pero será en el día postrero,
- cuando recibirán la corona los verdaderos adoradores.
- Oh Alto y Sublime,
- en tu inaccesible luz, morarán los heraldos que han dado testimonio de tu majestuoso nombre hasta lo último de la tierra.
- Y no es mérito propio, el haber transitado por la senda angosta con una actitud firme,
- sino por la gracia recibida de tu excelsa diestra.
- Oh Cristo Jesús,
- nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y ha sido engendrado por tu Sagrada Palabra.
- Nada es más importante, oh Rey de la gloria, que sentir tu amor en plenitud;
- porque eso trascenderá, para que el alma que persevere hasta el fin sea salva.
- Jesús, dijo: Yo conozco tus obras, que ni eres frio ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
- Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
- Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
- Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
- Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
- Oh Señor Omnipotente,
- el que tu santo nombre invoca,
- ha raído de su alma todo lo inmundo.
- Y en las gloriosas moradas,
- vivirá gozoso eternamente.
- Paz de Cristo
martes, 9 de agosto de 2022
NUNCA SERÁ DE TU AGRADO LA PASIVIDAD, OH CRISTO
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