- Oh mi Cristo,
- tu amor es diametralmente opuesto al perverso desamor de la humanidad.
- Y es que, contristas al Santo Espíritu,
- si no pones por obra la única y excelsa verdad.
- Oh Cristo Redentor,
- ¿quién da por buena la impostura de sus exhortos?
- Prevalece en ellos el padecimiento y la humillacion del que dio su vida en la cruz del Calvario por amor;
- o son desvirtuados un segundo después, todos los pronunciamientos de sus farisaicos discursos.
- Oh Hijo del Hombre, Tú nos diste un nuevo mandamiento: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que tambien os améis unos a otros.
- En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
- Oh Rey de reyes, de tu linaje somos siervos;
- pero en tu santuario hemos de poner indubitablemente nuestros ojos.
- Oh Cristo Jesús,
- Tú eres el verdadero, y estamos en el verdadero.
- Sí, de las tinieblas nos llevaste a tu admirable luz;
- y esto ha de ser irrefutable en el día postrero.
- Oh Alfa y Omega,
- no desmayemos llevando a cuestas nuestra cruz.
- Y para eso, nuestro amor ha de ser la gloriosa ofrenda,
- como aprobados hijos de luz.
- Paz de Cristo
miércoles, 10 de agosto de 2022
EL DESAMOR NO DA NINGUNA CONCESIÓN AL ARREPENTIMIENTO, OH CRISTO
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