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jueves, 25 de agosto de 2022

DAD AMOR PARA AGRADAR AL TODOPODEROSO SEÑOR JESUCRISTO

  • Oh mi Cristo, 
  • tu amor excede a todo conocimiento.
  • Si tus actos los desvinculas del grandioso amor, contristas sobremanera al Santo Espíritu, 
  • porque nunca hubo pecado en su glorioso pensamiento. 

  • Oh Cristo Redentor, 
  • tu sacrificio en la cruz del Calvario, generó una onda Cristocéntrica que se hizo presente hasta en el último rincón del universo.
  • Y es que, oh Señor, 
  • en tu muerte, sepultura y resurrección el nuevo pacto de la gracia se hizo sobrenaturalmente manifiesto.

  • La Biblia dice: Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
  • Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
  • Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
  • Oh Alto y Sublime, 
  • el extremo regocijo del ser humano hoy,
  • es predicar el Evangelio de la gracia piadosamente. 

  • La Biblia incide: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
  • Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 
  • Oh Rey de reyes, propicia exponencialmente en tus siervos la santidad,
  • para que en el día postrero, puedan traspasar la sagrada puerta de eternidad.
  •  
  • Jesús, enseña: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
  • Sí, Padre, porque así te agradó.
  • Todas las cosas me fueron  entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
  • Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
  • Levad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
  • Oh Hijo del Hombre, tus majestuosos y eternos designios,
  • son los que ninguno ser humano visitó. 
  • Oh Rey de la gloria, sin fe nadie te puede agradar,
  • y sin santidad nadie te podrá contemplar.
  • Porque ningún cuerpo que no sea glorificado, tendrá el eterno gozo de ver tu santa faz.
  •                 Paz de Cristo 

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