- Oh mi Cristo,
- tu amor excede a todo conocimiento.
- Si tus actos los desvinculas del grandioso amor, contristas sobremanera al Santo Espíritu,
- porque nunca hubo pecado en su glorioso pensamiento.
- Oh Cristo Redentor,
- tu sacrificio en la cruz del Calvario, generó una onda Cristocéntrica que se hizo presente hasta en el último rincón del universo.
- Y es que, oh Señor,
- en tu muerte, sepultura y resurrección el nuevo pacto de la gracia se hizo sobrenaturalmente manifiesto.
- La Biblia dice: Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
- Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
- Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
- Oh Alto y Sublime,
- el extremo regocijo del ser humano hoy,
- es predicar el Evangelio de la gracia piadosamente.
- La Biblia incide: El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
- Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
- Oh Rey de reyes, propicia exponencialmente en tus siervos la santidad,
- para que en el día postrero, puedan traspasar la sagrada puerta de eternidad.
- Jesús, enseña: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
- Sí, Padre, porque así te agradó.
- Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
- Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
- Levad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
- Oh Hijo del Hombre, tus majestuosos y eternos designios,
- son los que ninguno ser humano visitó.
- Oh Rey de la gloria, sin fe nadie te puede agradar,
- y sin santidad nadie te podrá contemplar.
- Porque ningún cuerpo que no sea glorificado, tendrá el eterno gozo de ver tu santa faz.
- Paz de Cristo
jueves, 25 de agosto de 2022
DAD AMOR PARA AGRADAR AL TODOPODEROSO SEÑOR JESUCRISTO
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