- Oh mi Cristo,
- tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario, fue para redención de todos los que estaban muertos en delitos y pecados.
- Y será la gracia del Espíritu,
- dando bienaventurada esperanza a los corazones profundamente quebrantados.
- Oh Santo de Israel,
- Tú ya venciste a Satanás en la cruz del Calvario.
- Y no es, sino por fe,
- el verdadero arrepentimiento a los gloriosos pies del eterno santuario.
- Oh Sumo Redentor,
- de tu inconmensurable misericordia nos hemos asido tus genuinos siervos.
- Pero nuestro regocijo mayor,
- es que nuestros nombres están escritos en los benditos cielos.
- Oh Sumo Hacedor, no es por nuestras fuerzas;
- sino será tu Espíritu de gloria, el que hasta las nubes nos arrebate con la Iglesia de lo santos.
- Y nuestros corazones, a tu majestuoso nombre darán loas;
- y veremos tu eterna faz, para que nuestros fervientes anhelos sean saciados.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- lo más perfecto de la creación somos tus verdaderos heraldos, tu obra maestra.
- Y es en tu Sagrado Escrito,
- donde nuestra alma, oh gran Dios, te glorifica; y con su espiritual belleza se alimenta.
- Paz de Cristo
sábado, 20 de agosto de 2022
DEL ABISMO AL QUE TE HA LLEVADO EL DIABLO, TE PUEDE LEVANTAR EL ALTÍSIMO SEÑOR JESUCRISTO
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