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martes, 23 de agosto de 2022

TÚ TE INMOLASTE PARA DAR VIDA A LOS QUE TE ESCARNECÍAN Y VITUPERABAN, OH CRISTO

  • Jesús, dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
  • Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
  • Oh mi Cristo, nunca nadie ha podido contradecir tu eterno pensamiento;
  • si anheló siempre el cumplimiento de la Sagrada Palabra, y por tanto no perdió el santo juicio.

  • Jesús, enseña: Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
  • No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que le vean comiencen a hacer burla de él, diciendo; Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
  • ¿O qué Rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
  • Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.
  • Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo. 
  • Oh Alfa y Omega, 
  • no son mis fuerzas, sino la tuyas; sin la cuales nada podré administrar.
  • Porque Tú, oh Señor, eres el primero y el último, el principio y el fin;
  • y nos guardarás en la santísima verdad,
  • para dar de tu majestuoso nombre testimonio. 

  • Jesús, constata: Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por el, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.
  • Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
  • Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
  • Oh Hijo del Hombre, 
  • por no recibir nada a cambio, Tú siempre estuviste dispuesto a ayudar; 
  • y advertiste que de tus sublimes milagros nada se supiera, porque no querías ser por las multitudes reconocido.
  •  
  • Jesús, incide: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado.
  • Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos. 
  • Oh Fiel y Verdadero, nuestra alma en tu glorioso nombre se ha santificado;
  • porque pone por obra los bíblicos preceptos. 

  • Jesús, enfatiza: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
  • Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
  • Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
  • Oh Santo de Israel, tu predicación es excelsa.
  • Y es que, hemos de escudriñar con gran celo tu bendito Evangelio,
  • para superar cualquier obsceno pensamiento.
  •                  Paz de Cristo 

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