- Jesús, dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
- Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
- Oh mi Cristo, nunca nadie ha podido contradecir tu eterno pensamiento;
- si anheló siempre el cumplimiento de la Sagrada Palabra, y por tanto no perdió el santo juicio.
- Jesús, enseña: Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?
- No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que le vean comiencen a hacer burla de él, diciendo; Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
- ¿O qué Rey, al marchar a la guerra contra otro rey, no se sienta primero y considera si puede hacer frente con diez mil al que viene contra él con veinte mil?
- Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.
- Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
- Oh Alfa y Omega,
- no son mis fuerzas, sino la tuyas; sin la cuales nada podré administrar.
- Porque Tú, oh Señor, eres el primero y el último, el principio y el fin;
- y nos guardarás en la santísima verdad,
- para dar de tu majestuoso nombre testimonio.
- Jesús, constata: Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por el, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar.
- Mas cuando fueres convidado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando venga el que te convidó te diga: Amigo, sube más arriba; entonces tendrás gloria delante de los que se sientan contigo a la mesa.
- Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
- Oh Hijo del Hombre,
- por no recibir nada a cambio, Tú siempre estuviste dispuesto a ayudar;
- y advertiste que de tus sublimes milagros nada se supiera, porque no querías ser por las multitudes reconocido.
- Jesús, incide: Cuando hagas comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a convidar, y seas recompensado.
- Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
- Oh Fiel y Verdadero, nuestra alma en tu glorioso nombre se ha santificado;
- porque pone por obra los bíblicos preceptos.
- Jesús, enfatiza: ¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
- Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso; y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
- Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
- Oh Santo de Israel, tu predicación es excelsa.
- Y es que, hemos de escudriñar con gran celo tu bendito Evangelio,
- para superar cualquier obsceno pensamiento.
- Paz de Cristo
martes, 23 de agosto de 2022
TÚ TE INMOLASTE PARA DAR VIDA A LOS QUE TE ESCARNECÍAN Y VITUPERABAN, OH CRISTO
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