- Oh mi Cristo,
- la unción de lo alto tiene un propósito.
- Y viene dada por la gracia del Espíritu,
- para que sea predicado en todo lugar el glorioso Evangelio.
- No distorsionar, en ningún caso, la sana doctrina en el santo nombre de Jesús;
- sed fidedignos anunciadores de las buenas nuevas de salvación eterna.
- Y haced de su admirable luz,
- una inmarcesible lumbrera.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú siempre nos hablaste en clave de eternidad.
- Y no otro, sino el árbol bueno,
- dará el perfecto fruto de santidad.
- Oh Cristo Altísimo,
- tu mayor gloria la manifestaste con inconmensurable humillación.
- E hiciste accesible el Lugar Santísimo,
- para dar a toda alama entenebrecida eterna salvación.
- Oh Alto y Sublime,
- nada hay fuera de tu excelsa gloria.
- Y es que, el que no se postre a tus majestuosos pies, para no cometer el craso error de caer, si aún está firme;
- habrá asumido la execrable ignominia, de dar al maligno la más horrenda victoria.
- Paz de Cristo
viernes, 26 de agosto de 2022
SIN SANTIDAD NO HAY UNCIÓN EN CRISTO
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