- Oh mi Cristo,
- ¿Tú hiciste de mí una nueva criatura, para ser un impostor insolente?
- ¿O sin embargo, tienes la absoluta seguridad de que tu cuerpo es templo del Santo Espíritu;
- porque pones por obra los bíblicos preceptos piadosamente?
- La Biblia dice: ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!
- !Ay de los que son sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!
- Oh Santo,
- de los infundios guárdanos; no sea que nos arrastren a los entenebrecidos abismos.
- La Biblia constata: ¡Oh almas adulteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
- ¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
- Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a lo soberbios, y da gracia a los humildes.
- Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
- Acercáos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
- Oh Santo de Israel, de tu santuario anhelamos,
- ser moradores eternamente.
- Y es que, viviremos, oh Rey de la gloria, donde Tú vives.
- Porque en los gloriosos cielos,
- están escritos nuestros nombres.
- La Biblia enseña: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
- ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
- ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
- Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
- Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionado la santidad en el temor de Dios.
- Oh Rey de reyes, con la sabiduría de lo alto, en tu excelsa diestra nos guardas;
- y nos apartas de todo insidioso pábulo.
- Oh Señor, al que se postra a tus santísimos pies, bendiciones sobre él derramas del cielo;
- y se hace visible en el universo,
- la gracia que reciben exultantes los siervos consagrados.
- Jesús, dijo: No temáis, manada pequeña, porque a vuestros Padre le ha placido daros el reino.
- Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agota, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.
- Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú guardas al pobre en espíritu, oh gran Dios, porque en tu glorioso nombre confía y permanece;
- al margen de la inmunda y obscura aflicción.
- Paz de Cristo
lunes, 15 de agosto de 2022
PROFESA CON DESMESURA TU SANTIDAD EN CRISTO
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