- Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
- Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
- Oh mi Cristo, ante tus gloriosos pies nuestros corazones están postrados;
- y en su adoración, hasta el extremo se han de quebrantar.
- La Biblia dice: Porque no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado; y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijos míos, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.
- Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el Padre no disciplina?
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- tu manifestación de gloria, se hace palpable cada día con nuestra prodigiosa vida.
- La Biblia enseña: Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
- Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
- Oh Santo de Israel, por el Evangelio de la gracia, fuimos siervos en la santísima verdad instruidos;
- para seguir tus sagrados pasos, en el devenir de los incomparables acontecimientos.
- La Biblia constata: Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
- Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
- Oh Rey de reyes, fuera de tu majestuoso nombre, se disipa la gloriosa verdad,
- para tus hijos bienaventurados.
- Oh Cristo Jesús,
- sabemos que estamos en el verdadero.
- Y es tu admirable luz,
- la que nos permite ver la rueda, donde fuimos moldeados por el Omnipotente Alfarero.
- Paz de Cristo
martes, 12 de abril de 2022
HEBREOS 12:1-3 EN CRISTO
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