- Pan de nobles comió el hombre; les envió comida hasta saciarles.
- Y movió el solano en el cielo, y trajo con su poder el viento sur, e hizo llover sobre ellos carne como polvo, como arena del mar, aves que vuelan.
- Las hizo caer en medio del campamento, alrededor de sus tiendas.
- Oh mi Cristo, Tú les diste solución, a todo lo que en su mente eran cosas irrenunciables;
- pero su veleidad no guardaba relación con los que se consuelan;
- porque lo que no entendieron en su precariedad, es que Tú, oh Señor, gloria les dabas.
- La Biblia dice: Comieron y se saciaron; les cumplió, pues, su deseo.
- No habían quitado de sí su anhelo, aún estaba la comida en su boca, cuando vino sobre ellos el furor de Dios, e hizo morir a los más robustos de ellos, y derribó a los escogidos de Israel.
- Oh Alto y Sublime, hicieron desdén de tu desvelo;
- y desdeñaron tan grandiosa provisión, la del autor y consumador de la fe.
- La Biblia constata: Con todo esto, pecaron aún, y no dieron crédito a sus maravillas.
- Por tanto, consumió sus días en vanidad, y sus años en tribulación.
- Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios; entones se volvían solícitos en busca suya, y se acordaban de que Dios era su refugio, y el Dios Altísimo su Redentor.
- Oh Santo de Israel, el que hizo que sus ropas no envejecieran, Tú eras.
- Y es que, sobre tu pueblo elegido, derramaste una inconmensurable bendición,
- y la sobrenatural excelencia de tu amor.
- La Biblia enseña: Pero le lisonjeaban con su lengua, y con su lengua le mentían; pues sus corazones no era rectos con él, ni estuvieron firmes en su pacto.
- Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía; y apartó muchas veces su ira, y no despertó todo su enojo.
- Se acordó de que eran carne, soplo que va y no vuelve.
- Oh Sumo Hacedor, en su corazón no hubo quebranto;
- ni ningún remordimiento,
- les redarguye.
- La Biblia enfatiza: ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto, lo enojaron en el yermo!
- Y volvían, y tentaban a Dios, y provocaban al Santo de Israel.
- No se acordaron de su mano, del día que los redimió de la angustia; cuando puso en Egipto sus señales, y sus maravillas en Zoán; y volvió sus ríos en sangre, y sus corrientes, para que no bebiesen.
- Oh Rey de reyes, Tú eres el Eterno,
- Tú siempre nos serás fiel;
- pero no tienes otro anhelo mayor; que los que den gloria a tu majestuoso nombre, fueren siervos piadosos que negándose a sí mismos te obedeciesen.
- Paz de Cristo
jueves, 21 de abril de 2022
SALMO 78:25-27 EN CRISTO
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