- Jesús, dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
- Id pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
- Oh mi Cristo, Tú viniste a deshacer las obras del diablo. Y celosamente seguimos las Sagradas Escrituras, tus consagrados siervos;
- porque en ellas está tu eterno pensamiento.
- Jesús, constata: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
- Y yendo predicad diciendo: El reino de los cielos se ha acercado.
- Oh Cristo Jesús, Tú eres el autor y consumador de la fe.
- Y el que en tu santo nombre cree, será bienaventurado.
- Jesús, enseña: Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
- No os proveáis de oro, ni de plata, ni cobre en vuestros cintos; ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.
- Oh Santo de Israel, la sabiduría de lo alto, nos ha provisto de una prodigiosa sanación excelsa,
- para dar a las almas afligidas, oh Señor, tu celestial ungüento.
- Jesús, incide: Mas en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis.
- Y al entrar en la casa saludadla.
- Y si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
- La predicación del Evangelio de la gracia a nadie se la impongáis;
- ha de ser espontánea,
- para que los que la oigan, sean de facto por el Santo Espíritu libertos.
- Jesús, enfatiza: Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
- De cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo, por fe podemos ver, lo que en tu gloria manifiesto es;
- porque nos ha sido revelada la santísima verdad.
- Oh Hijo del Hombre,
- el propósito de tu Sagrada Palabra, ha sanado mi espíritu, alma y cuerpo.
- Y persistir en la ferviente adoración de tu majestuoso nombre,
- ha hecho propicia la sobrenatural señal del cielo.
- Paz de Cristo
sábado, 9 de abril de 2022
SANA TU ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO EN CRISTO
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