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viernes, 15 de abril de 2022

TÚ NO TIENES JUSTIFICACIÓN, LA ÚNICA JUSTIFICACIÓN ES EN CRISTO

  •  La Biblia dice: ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 
  • ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; mas aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 
  • ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
  • Oh mi Cristo, el que a lo inmundo no renuncia se condena;
  • porque, oh Señor Altísimo, Tú no reconoces a otros como tus genuinos siervos,
  • para que su alma sea salva.

  • La Biblia enseña: Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; somos como ovejas de matadero.
  • Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 
  • Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. 
  • Oh Cristo Redentor, perseveraremos en tu santo nombre hasta el día postrero;
  • porque el que postrado a tus pies te adoró, 
  • se dispuso para resistir hasta la sangre al extremo.

  • La Biblia constata: Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
  • Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 
  • Oh Soberano Señor Jesucristo, 
  • de gracia recibirá, el que piadosamente a tus santísimos pies se quebrante.

  • La Biblia enfatiza: Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. 
  • Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. 
  • Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
  • Oh Todopoderoso Señor Jesucristo. 
  • Tú redarguyes al farsante, en las profundidades recónditas de lo más íntimo,
  • para que se manifieste en su inmundicia la preexistente verdad.

  • La Biblia asevera: Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. 
  • Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 
  • Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a causa de la justicia. 
  • Oh gran Yo Soy, por tu excelsa diestra han sido santificados, 
  • los que están concernidos en la verdadera fe;
  • y nunca serán vencidos por la séptica estulticia.
  •                  Paz de Cristo 

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