- Jesús, dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
- De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
- Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
- Oh mi Cristo, invocaremos tu santo nombre, y toda impostura será vencida.
- Y es que, la gloria del bienaventurado,
- será morada de todos y cada uno de tus discípulos irreprensibles.
- La Biblia dice: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
- ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?
- Oh Hijo del Hombre, Tú das el agua pura, que sacia la extrema sed de las atribuladas almas;
- porque han estado sometidas a la impiedad de lo más impuro.
- La Biblia enseña: ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois templo del Dios viviente, como dijo Dios: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
- Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
- Asi que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
- Oh Fiel y Verdadero,
- hemos sido escogidos, providencialmente, Cristocéntricos siervos del universo,
- al ser por tu excelsa diestra consagrados.
- Jesús, constata: No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
- Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
- En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
- Oh Alfa y Omega, en la amada Iglesia perseverarán los santos,
- que en mi gloria moraréis,
- por ser mis discípulos perfectos.
- Jesús, enfatiza: Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
- La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
- Oh Soberano Señor y Salvador Jesucristo,
- a tu bendita misericordia, mi alma encomiendo.
- Paz de Cristo
domingo, 17 de abril de 2022
¿QUÉ ELIGES? OBSCURAS TINIEBLAS O RADIANTE LUZ EN CRISTO
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gloria a Dios por este alimento para el alma y él espíritu, gracias por compartir.
ResponderEliminarAmén.
ResponderEliminarDios te bendiga, Andrés Felipe.
Un fuerte abrazo.