- Oh mi Cristo,
- al morir el espíritu vuelve a Dios, que nos lo dio.
- Y mientras vivimos, oh Rey de la gloria, imperativamente hemos de hablar con tu Santo Espíritu,
- porque únicamente Él, sabiduría de lo alto nos enseñó.
- Oh Alto y Sublime,
- solo Tú habitas la eternidad.
- Y al mundo, tu presencia le es imperceptible,
- debido a su precaria espiritualidad.
- Oh Cristo Jesús,
- raer del ser humano la idolatría, es primordial para vivificar el espíritu.
- Y es que, no sentirás la gloriosa plenitud,
- si tu alma no se postra a los pies del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Oh Hijo del Hombre,
- en el bautismo sepultamos la carne y resucitamos en Cristo.
- Y porque creímos en el nombre que es sobre todo nombre,
- somos hijos del Altísimo.
- Oh Sumo Alfarero,
- tus verdaderos heraldos, con gran celo predicarán el Evangelio de la gracia, a los vasos que han tenido el privilegio de haber sido hechos por tu perfecta rueda.
- Pero será en el día postrero;
- cuando, con justicia, pesarás a las almas para salvación y condenación, oh Rey de reyes, en tu infalible balanza.
- Paz de Cristo
jueves, 29 de septiembre de 2022
NADIE EN LA CARNE RECIBIRÁ REVELACIÓN DE LA SAGRADA PALABRA
miércoles, 28 de septiembre de 2022
LAS TINIEBLAS NO RESISTEN TU MAJESTUOSA LUZ, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- toda tiniebla se disipa ante tu admirable luz.
- Y por el poder del Santo Espíritu,
- hemos tornado lo inmundo en gloriosa plenitud.
- Oh Eterno,
- los que estamos en la carne, adolecemos del espiritual conocimiento;
- porque no conocemos el letal infierno,
- pero tampoco el glorioso firmamento.
- Oh Santo,
- el mayor impacto en nuestras vidas, fueron tus sobrenaturales milagros.
- No cabe en nuestra cabeza tan repentino sobresalto;
- como es el insólito acontecimiento de dar vida a los muertos.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- solo Tú conoces los misterios de la vida y de la muerte.
- Sin embargo, has derramado sobre la escéptica humanidad tus grandiosos favores,
- y los han obviado obscenamente.
- Oh Fiel y Verdadero,
- existen multitud de ovejas dispersas, que no se han guardado en tu redil.
- Pero será en el día postrero,
- cuando gustarán de la muerte, por no haberse arrepentido de su vida ociosa y vil.
- Paz de Cristo
EL SIERVO ESCOGIDO EN UN ERIAL DA FRUTO, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- el siervo genuino, revestido está de tu gozo.
- Y es en la verdad del Santo Espíritu,
- donde su desmedido deleite es sumamente glorioso.
- Oh Hijo del Hombre,
- los desiertos van a ser una prueba crucial en nuestra vida.
- Y el que es fiel, oh Señor, a tu santo nombre,
- mostrará su verdadera medida.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público diste ejemplo de como podemos ser invulnerables a la impiedad.
- Y es que, la perfecta e inconmensurable fe,
- revive en nuestro espíritu, alma y cuerpo la anhelada santidad.
- Oh Alto y Sublime,
- dar fruto en las circunstancias más adversas, conlleva una extrema piedad.
- Y solo el que consiga estar firme,
- verá de Cristo su eterna faz.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- únicamente con tu ayuda será factible negarse a sí mismo.
- Y al clamar incesantemente por el Espíritu,
- será para el discípulo escogido, un fruto irrenunciable andar por el Cristocéntrico camino.
- Paz de Cristo
martes, 27 de septiembre de 2022
NUESTRA HEREDAD ES TU GLORIA, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- nuestro glorioso triunfo es predicar el Evangelio de la gracia.
- Y de Sion es el viento,
- que santifica a las almas con su celestial pureza.
- Oh Cordero inmolado,
- gracias a que en la cruz del Calvario, Tú venciste con tu muerte al imperio de la muerte,
- fuimos limpios del horrendo pecado;
- porque con tu majestuosa sangre derramada, de toda impiedad nos libraste.
- Oh Santo de Israel,
- en la invocación de tu santo nombre se dimensiona y manifiesta el sobrenatural milagro.
- Y es que, sin límites obra la fe,
- cuando se derrama el Espíritu Santo.
- Oh Sumo Alfarero,
- con la máxima perfección fueron moldeados los vasos en tu rueda.
- Pero será en el día postrero,
- cuando pesarás los corazones: y unos serán salvos por la eternidad, y otros de condenación para vergüenza y confusión eterna.
- Jesús, dijo: ¡Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza.
- Por tanto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón, que para vosotras.
- Oh Cristo Jesús, seguros estamos en tu piedad infinita;
- porque la excelsa diestra, del maligno ha guardado a nuestras irreprensibles almas.
- Oh amada Iglesia del Señor Altísimo,
- sin arruga y sin mancha te has consagrado para loar el glorioso nombre de Jesús.
- Y te has postrado con el corazón contrito y humillado en el Lugar Santísimo,
- para traspasar el umbral de su inaccesible luz.
- Oh Alfa y Omega,
- te hemos profesado ferviente adoración, para ir de triunfo en triunfo, y de gloria en gloria.
- Y por la profética e infalible Palabra,
- será tu santa Iglesia coronada en victoria.
- Paz de Cristo
lunes, 26 de septiembre de 2022
LA PERFECTA SEMILLA CUMPLE SIEMPRE SU MISIÓN, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- ¿cuántos siervos dan cumplida cuenta de su sagrada misión?
- Con diligencia tendrían que escudriñar celosamente cual es el eterno propósito;
- e inmediatamente llevarlo a cabo con radiante adoración.
- Oh Santo de Israel,
- tu ministerio publico definió la consumación de la gloriosa senda.
- No en vano, Tú eres el autor y consumador de la fe.
- Y majestuosa fue tu sangre derramada en la cruz del Calvario, como la más grandiosas y bendita ofrenda.
- Oh Hijo del Hombre,
- la sobrenatural promesa cumplida, tuvo lugar el día de Pentecostés.
- Y es que, nos investiste de poder para siempre;
- porque tu Espíritu Santo de eterna existencia es.
- Oh Cristo Jesús,
- de gracia recibimos, para dar de gracia.
- Porque la semilla de celestial luz,
- oh Señor, de tu santísima presencia nos habla.
- Oh Sumo Hacedor,
- con una sola sangre diste vida a toda la humanidad.
- E infinitas gracias te damos, oh Rey de la gloria, por tu excelso amor,
- que ha hecho germinar en tus genuinos siervos la semilla de Unicidad.
- Paz de Cristo
sábado, 24 de septiembre de 2022
SANA LA HERIDA DEL ALMA EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- tu sacrificio en la cruz del Calvario, sanó todas las heridas del alma.
- Y es que, oh Señor, al que en tu santo nombre ha creido,
- le has concernido la gloria pura del que perdona y ama.
- Oh Cordero inmolado,
- la abominable laceración de tu cuerpo,
- nos revela el ignominioso martirio del Rey de reyes y Señor de señores crucificado;
- y a sus probos siervos nos da el privilegio, de loar su perdón majestuoso.
- Oh Fiel y Verdadero,
- te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Y sabemos que estamos en el verdadero.
- Tú, oh Rey de la gloria, eres el que vives y estabas muerto; porque al tercer día resucitaste en tu eterna e inaccesible luz.
- Oh Sumo Hacedor,
- es audible el gemido de tu universal creación.
- Y es su esperanza en tu excelso amor,
- el invariable anhelo de que la proveas de tu gloriosa redención.
- Oh Omnipotente Señor Jesucristo,
- ¿Habrá algo imposible para la gracia de tu nombre?
- ¡Tú has podido convertir el agua en vino;
- y con cinco panes y dos peces, saciar a una multitud el hambre!
- Paz de Cristo
EL QUE SIGUE TUS PISADAS NO SE PERDERÁ, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- solo los que participan de tu gloria, tienen el reconocimiento de ser tus verdaderos siervos.
- Y guiados por el Santo Espíritu,
- nada será impedimento para que les sean revelados los celestiales misterios.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú te negaste a ti mismo, despojándote de la corona y el báculo regios.
- Oh Cordero inmolado, diste tu vida para redención del pecador;
- no teniendo en cuenta tus sagrados privilegios.
- Oh Santo de Israel,
- la incredulidad de tus propios discípulos, les llevó a tener que palpar tu santísima llaga; y las heridas de manos y pies que los clavos traspasaron, colgado en el madero.
- Y les recriminaste, oh Señor, su falta de fe;
- al tener las dudas infundadas de que Tú seguías siendo el único Dios verdadero.
- Oh Alfa y Omega,
- Tú eres el primero y el último, el principio y el fin.
- Heraldos somos de tu Palabra profética,
- para darla a conocer hasta el más recóndito confín.
- Paz de Cristo
viernes, 23 de septiembre de 2022
FIELES SOMOS A TU MAJESTUOSO NOMBRE, OH CRISTO
- No estés en el equívoco,
- únicamente hay una Iglesia verdadera.
- Y en las nubes la arrebatará Cristo;
- estando sus genuinos siervos, vivos o muertos, en cualquier lugar de la tierra.
- Oh Hijo del Hombre,
- tu amada Iglesia, en el arrebatamiento, ha de estar vestida de lino fino, sin arruga y sin mancha.
- Y tan inconmensurable será su fe en el nombre que es sobre todo nombre,
- que podrá ver, oh Señor, tu faz santa.
- Oh Rey de reyes,
- el grandioso anhelo de tus auténticos siervos, se fundamenta en adorara tu rostro en la nueva Jerusalén celestial.
- Y nos seguirán, oh gran Dios, tus prodigios y señales,
- para traspasar el glorioso y eterno umbral.
- Oh Alto y Sublime,
- ¡oh eterna gloria!
- No hay mayor regocijo que contemplar sus calles de oro, guardados en el Omnipotente;
- porque ellas darán testimonio de tu coronación en victoria.
- Oh Fiel y Verdadero,
- no por obra de varón, sino por tu Sagrada Palabra fuimos engendrados como hijos de luz.
- Y el sublime galardón del día postrero,
- será ver al Señor y Todopoderoso Salvador Cristo Jesús.
- Paz de Cristo
LA DESIDIA ME APARTA DEL PROPÓSITO CELESTIAL, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- el celo por escudriñar los misterios de la Sagrada Palabra nos vivifica.
- Y persuadidos por la verdad del Santo Espíritu,
- de gracia nos edifica.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público, por activa y por pasiva nos enseñaste a orar con el máximo fervor.
- Y nos concerniste a sobredimensionar la fe,
- para revestirnos de la pureza del amor.
- Oh Cristo Jesús,
- en la grandiosidad de Evangelio, no a lugar la indiferencia.
- Porque de las tinieblas nos llevaste a tu admirable luz,
- y así prcibimos la sobrenatural excelencia.
- Oh Altísimo Cristo,
- nunca existirá ociosidad en el que tuvo la revelación de tu santo nombre.
- Porque gloriosa fue la enseñanza de tu evangelismo,
- oh Hijo del Hombre.
- Oh Alfa y Omega,
- la unción del Santo Espíritu,
- siempre nos permitirá andar por la angosta senda,
- que fue por la que anduvo nuestro Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Paz de Cristo
jueves, 22 de septiembre de 2022
SOLO TU AMOR ES VERDADERO, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- a tus discípulos dijiste: Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
- La inexpugnable fortaleza nos viene dada por el Santo Espíritu;
- y es que, ha tornado nuestra tierra estéril, en una esplendorosa tierra
- fértil.
- Oh Alto y Sublime,
- en nuestro nacimiento se nos enseñoreó la inocencia.
- Pero caímos en una sima inmisericorde,
- dando lugar a una perversa vida de insolente displicencia.
- Oh Cordero inmolado,
- el trascendente eco de tus santísimas palabras reverberó hasta lo último de universo, cuando proclamaste: Consumado es.
- Y el que creyó en ellas, tomó la gloriosa decisión de ser bienaventurado,
- por fe y para fe.
- Oh Rey de reyes,
- el fruto del Espíritu se nos es concernido, por creer en la Sagrada Escritura.
- Y son tus sobrenaturales leyes,
- las que nos convirtieron en una nueva criatura.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- un audio excelso tienen los gozosos silencios del texto de tu Sagrada Palabra.
- Y será la espada de su Espíritu,
- la que nos revele el perfecto amor de una vida santa.
- Paz de Cristo
EL REHÉN DE LA MENTIRA, VIVE DE ESPALDAS A TU SANTÍSIMA VERDAD, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- tus pruebas son inherentes a la única verdad.
- Y será en el final e irrevocable juicio,
- donde nos será dada la salvación o condenación por la eternidad.
- Oh Cristo Jesús,
- lo que me redarguye interiormente es la propia convicción de pecado.
- Y no otra, sino la Cristocéntrica luz,
- me apartará del ancestral obscurantismo, para en el postrer día ser bienaventurado.
- Oh Hijo del Hombre,
- ¿cabe dentro de la naturaleza humana no pecar?
- ¿O la única manera de evitar la consumación del pecado, es la invocación sin fisuras de tu santo nombre?
- ¡Ojalá podamos ante cualquier vicisitud, de todo nuestro corazón amar!
- Oh Cristo Redentor,
- asidos a tu abominable sacrificio en la cruz del Calvario,
- fuimos sellados como genuinos siervos por tu excelso amor;
- y para vida eterna nos abriste la puerta de tu celestial santuario.
- Oh Sumo Hacedor,
- nunca uno de tus hijos podrá encubrir la mentira.
- Y ha de ser tal su amor,
- que desaprobará en tu majestuoso nombre, oh Rey de reyes, toda obscena injusticia.
- Paz de Cristo
miércoles, 21 de septiembre de 2022
PURIFICA MI ALMA CON TU GRACIA, OH CRISTO
- Oh Cristo Jesús,
- Tú viniste a deshacer las obras del diablo.
- Y en tu santo nombre, la horrenda tiniebla se vuelve luz;
- porque restaña las heridas del alma, con las que fuimos rehenes del obscuro abismo.
- Oh Sumo Hacedor,
- por la senda angosta nunca te abordará la asechanza del maligno.
- Y es que, la grandiosidad del amor,
- no obra en su letal destino.
- Oh gran Dios,
- nuestro cuerpo es templo del Santo Espíritu.
- Y por la Sagrada Palabra hemos sido engendrados,
- para que nuestro regocijo permanezca en la gloria del Altísimo.
- Oh Santo de Israel.
- anhelamos cada día tu sobrenatural unción.
- Y porque al escudriñar la Sagrada Escritura, sobredimensionamos la fe,
- podemos palpar con el espíritu la eterna salvación.
- Oh gran Yo Soy,
- de tu gracia recibiremos hasta el último segundo de nuestra existencia.
- Y proyecto, oh Señor, en tu eterno hoy;
- la ferviente invocación Cristocéntrica que es proclamada hasta lo último del universo, por la poesía que loa tu santísima presencia.
- Paz de Cristo
martes, 20 de septiembre de 2022
TU MAJESTUOSA LUZ PREVALECERÁ SIEMPRE SOBRE LAS TINIEBLAS, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- muéstrame tu eterna y gloriosa luz.
- No me separes nunca de tu Santo Espíritu,
- porque solo en su verdadero gozo hay plenitud.
- Oh Alto y Sublime,
- anhelo discurrir por tu huella sagrada.
- Porque es su radiante luz la que prevalece,
- sobre el alma al abismo sentenciada.
- Oh Sumo Alfarero,
- vasos de honra y de deshonra han salido de tu bendita rueda.
- Pero será en el día postrero,
- cuando pesarás sus corazones, para galardonar al que con quebrantamiento de espíritu superó la más sórdida prueba.
- Oh Cordero inmolado,
- tu ajusticiamiento en la cruz del Calvario, definió al connverso y al profano.
- Y es que, no otro espíritu, sino el del siervo bienaventurado,
- asumió hasta en el escarnio y vituperio de su muerte, la séptica vida del que fingió ser un genuino hermano.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- gracia sobre gracia has dado a mi vida.
- Y toda tiniebla se desvanecerá al predicar tu Sagrado Escrito,
- para que a tus santísimos pies se arrepienta, oh Rey de la gloria, el alma perdida.
- Paz de Cristo
SÉ AFÍN A LA MENTE DE CRISTO
- Oh mi Cristo,
- denota una gran irreverencia, pensar que en nuestra mente terrenal cabe tu glorioso pensamiento.
- Y es que, a toda verdad nos lleva el Santo Espíritu;
- pero siempre con el beneplácito del firmamento.
- Oh Santo de Israel,
- Tú eres el que das vida a nuestros sucintos pasos.
- Y nos has provisto de fe,
- porque la gran mayoría son arbitrarios.
- Oh Cristo Redentor,
- es irrefutable que tu abominable sacrificio en la cruz del Calvario, a una parte de esta indiferente humanidad la conmovió.
- Necesitados estábamos, oh Rey de reyes, de tu excelso amor;
- y el exultante latido de nuestro corazón nos lo confirmó.
- Oh Cristo Jesús,
- tus genuinos heraldos testificaremos hasta lo último de la tierra, en tu majestuoso nombre.
- Y seguiremos tu sagrada senda de luz,
- oh Hijo del Hombre.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en tu manifestación de gloria confiaremos hasta el último suspiro de nuestra existencia.
- Porque sabemos que en el día postrero,
- nuestro piadoso corazón recibirá de gracia tu eterna presencia.
- Paz de Cristo
lunes, 19 de septiembre de 2022
EN LA TENEBROSA TORMENTA ME DAS ALAS ESPIRITUALES, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- en la letal obscuridad se manifiesta tu gloria.
- Porque no es otra la que gobierna mi espíritu,
- sino tu santísima presencia.
- Oh Hijo del Hombre,
- nunca el que es pusilánime, testificará en tu sagrada memoria.
- Y es que, en la invocación de tu majestuoso nombre,
- oh Rey de reyes, se nos es concernida la eterna victoria.
- Oh Santo de Israel,
- la estruendosa tempestad, presagiaba que la borda del barco iba a ser el precipicio de nuestra efímera vida.
- Oh Eterno, aumenta nuestra precaria fe;
- para que sea nuestra existencia, por tu excelsa diestra bendecida.
- Oh Cordero inmolado,
- la chusma envilecida laceró tu bendito cuerpo hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Y no daban crédito en la tierra, oh Rey de la gloria, que de facto te manifestaras en carne, para ser un siervo bienaventurado;
- y que pusieras tu vida, y la volvieras a tomar, en el eterno santuario de inaccesible luz.
- Oh Alfa y Omega.
- nada es obstáculo para tus grandiosos milagros.
- Y es en la pavorosa tormenta,
- donde la tempestad obedece al mandato sobrenatural de tus excelsos labios.
- Paz de Cristo
SÉ UN SIERVO PIADOSO EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- desarráigame de toda perversa inclinación.
- Incluso adviérteme de lo que aparenta ser un tropiezo exiguo;
- porque así evitaré toda inmunda aflicción.
- Oh Cristo Redentor,
- es al extremo piadoso, dar tu vida en la cruz del Calvario por los que teníamos una ancestral raíz de pecado.
- Y es precisamente tu inconmensurable amor,
- la preciosa invitación que haces, al que pudiere ser tu hijo bienaventurado.
- Oh Cordero inmolado,
- Tú venciste con tu muerte al imperio de la muerte; y habiéndonos dado redención y justificación,
- por nuestro pecado,
- nos concediste además tu majestuoso perdón.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- no se puede tener más piedad por seres de tanta vileza.
- Pero obran prodigiosa e inmerecidamente en la humanidad, cada instante de su existencia, tus misericordias y favores,
- que son gracia sobre gracia de tu gloriosa grandeza.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo, Tú no necesitas nada de las hordas humanas, para ser el único y eterno Dios.
- Pero los subyugados por el maligno,
- son los seres despiadados,
- que no dan el perfecto paso de salvación; para con el corazón contrito y humillado, postrarse en el Lugar Santísimo.
- Paz de Cristo
domingo, 18 de septiembre de 2022
LA GLORIA DE TU ALMA ESTÁ EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- todo lo que se busca fuera de tu santo nombre, no tiene fruto.
- Y es que, propicio es el Santo Espíritu,
- cuando te has negado a ti mismo en lo secreto.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú eres el primogénito de los muertos resucitado.
- Y no existe acontecimiento universal de tan excelso valor,
- sino para el siervo que al Rey de reyes se ha consagrado.
- Oh Sumo Alfarero,
- Tú hiciste a tu obra maestra,
- con un molde perfecto;
- pero la que cayó en el obscuro abismo, precisó la preciosa pericia de la excelsa diestra.
- Oh Rey de la gloria,
- tu senda celestial, se la reconoce por tus indelebles huellas sagradas.
- Y tus verdaderos heraldos, testificamos en tu santísima memoria,
- para que las almas impías puedan ser salvas.
- Oh Cristo Altísimo,
- tu obra perfecta la consumaste en la cruz del Calvario.
- Y todo el que con quebrantamiento de espíritu, se postre a tus gloriosos pies en el Lugar Santísimo,
- hará contigo morada, oh Señor, en el eterno santuario.
- Paz de Cristo
LA DOCTRINA DE UNICIDAD ES CRISTOCÉNTRICA
- Oh mi Cristo,
- el celestial misterio es que por obra del Santo Espíritu, Tú eres Dios manifestado en carne.
- Y porque es inescrutable la concepción del Hijo;
- se nos revela en Él la invisible divinidad del Padre.
- Jesús, dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó.
- Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce quien es el hijo sino el Padre; ni quien es el Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.
- Oh Cristo Altísimo, por tu Sagrada Palabra el universo se creó;
- y nadie fuera de tu santo nombre, podrá su alma salvar.
- Jesús, constata: Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.
- Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.
- No que alguno haya visto al Padre, sino aquel que vino de Dios; éste ha visto al Padre.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú eres el principio y el fin;
- y es en la inexpugnable fortaleza de la Roca, donde con absoluta seguridad podré resguardarme.
- Jesús, enseña: De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.
- Yo soy el pan de vida.
- Únicamente por tu excelsa diestra,
- nuestra alma será bendecida.
- Jesús, asevera: Si me amáis, guardad mis mandamientos.
- Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre; el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
- Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
- En aquel día vosotros conoceréis que estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
- El que tiene mis mandamientos, y los guarda, éste es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, de tu Escritura Sagrada estamos sedientos,
- porque somos tus genuinos siervos.
- Y siempre estaréis,
- en el Evangelio de la gracia inmersos;
- por ser hijos de luz, en la Cristocéntrica fe.
- Paz de Cristo
TU COMPASIÓN ES LUZ EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- tu inconmensurable piedad nos ha revestido de celestial luz.
- E instruidos por el Sagrado Escrito,
- moraremos en la eterna plenitud.
- Oh Cristo Jesús,
- en la invocación de tu santo nombre, resisto a la inmunda tiniebla.
- Y es tu admirable luz,
- oh Señor, la que guía a mi corazón por la senda recta.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú nos has dado el más precioso y preciso manual de salvación.
- Y es que, en tu pensamiento de gloria, se torna toda maldad en amor,
- para que lo que el ser humano torció, oh Rey de reyes, lo endereza tu sobrenatural unción.
- Oh Hijo del Hombre,
- en tus excelsos pensamientos y caminos, ha de estar asida nuestra gloriosa libertad.
- Porque en la revelación de tu majestuoso nombre,
- conocimos la única y santísima verdad.
- Oh Sumo Creador,
- es nuestra necedad la que se interpone para que nuestro gozo sea completo.
- Haz que tu vestido resplandezca de amor,
- que es el vínculo perfecto.
- Paz de Cristo
sábado, 17 de septiembre de 2022
DE TU HEREDAD HABLA CRISTO
- Oh mi Cristo,
- tus obras no son de la carne,
- sino del Espíritu;
- porque en su gracia, la tiniebla no prevalece.
- Oh Cristo Redentor,
- tu preciosa sangre derramada en la cruz de Calvario, me concernió de pureza áurea.
- Y acrisolado por tu excelso amor,
- hasta el extremo se santificó mi alma.
- Oh Cristo Jesús,
- presérvame de la infecta aflicción.
- Y que sea tu majestuosa luz,
- la que vivifique atemporalmente mi corazón.
- Oh Hijo de Hombre,
- no existe heredad más excelsa,
- que tu glorioso nombre;
- porque no hay otro nombre dado a los hombres, que nos galardone con la vida eterna.
- Oh Alfa y Omega,
- tu radiante luz,
- es de los abismos lumbrera;
- porque manifiesta su gloria de universal plenitud.
- Paz de Cristo
TÚ POR EL ESPÍRITU VES, LO QUE OTROS NO VEN
- Oh mi Cristo,
- un regalo de tu gracia es el don de la fe.
- Y el siervo que ha nacido de nuevo por el Espíritu,
- la manifestación de su gloria ve.
- Jesús, dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
- Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
- No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
- El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de donde viene, ni a donde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
- Oh Justo, de tu Espíritu has asido a lo consagrados,
- para que conozcan la santísima verdad a través de Él.
- Porque el auténtico siervo,
- es inherente a la piedad de Jesucristo.
- Jesús, constata: Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
- Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo.
- Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.
- Oh Rey de reyes,
- el que anhela fervientemente ser tu siervo,
- tendrá que superar la angosta senda.
- Oh Cristo Redentor,
- en el execrable sacrificio de la cruz del Calvario, con tu preciosa sangre derramada nos diste vida.
- Y es que, por tu excelso mor,
- oh Eterno, fue nuestra alma bendecida.
- La Biblia dice: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
- Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
- Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
- Oh Santo de Israel,
- de todos los que te dio el Padre, ninguno cuenta en la lista de los perdidos;
- porque el que ha creído en tu glorioso nombre, nunca caerá en el oprobio de la apostasía.
- Paz de Cristo
HA LUGAR LA LIBERTAD, SI TU SOMETIMIENTO ES EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- la libertad es una percepción por el profano adulterada.
- Y por la gracia del Santo Espíritu,
- fue a nuestra alma revelada.
- Oh Fiel y Verdadero,
- solo en tu pensamiento de gloria se puede ser libre.
- Y todo lo que no venga sellado por la fe, será un lastre venidero,
- que no lo sustenta, oh Señor, tu celestial mimbre.
- Oh Rey de reyes y Señor de señores,
- únicamente en tu presencia se activa el espíritu libérrimo.
- Y de tus misericordias, oh Santo, no somos merecedores;
- porque nuestra displicente carne, no se ha sometido al Lugar Santísimo.
- Oh Cristo Jesús,
- no tenemos obediencia extrema a tu Sagrada Palabra.
- Y hemos de recibir celosamente, oh Rey de la gloria, tu majestuosa luz,
- para desarraigarnos de la perniciosa tiniebla.
- Jesús, dijo: He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra.
- Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.
- Guardado en tu excelsa diestra,
- seré siempre sumiso a tu glorioso Evangelio.
- Paz de Cristo
viernes, 16 de septiembre de 2022
REVISTE TU ALMA DE GLORIOSA SALVACIÓN EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- nuestra carne se muestra reaccionaria ante su propia salvación.
- Y jactándose de tan vil oprobio,
- lo lleva a gala en el hedor execrable del disoluto corazón.
- Oh Cristo Redentor,
- para una descreída parte del mundo, tu inmolación en la cruz del Calvario es una veleidosa componenda.
- Y no ha podido ni podrá dar nadie tan sublime amor;
- máxime cuando el vituperio y el escarnio eran el preámbulo de la regicida muerte, como cúspide de la iniquidad perversa.
- Oh Justo,
- contigo pasamos de muerte a vida.
- Y agradecidos, no hubo ni tan solo uno;
- para dar de gracia, la gracia recibida.
- Oh Santo de Israel,
- Tú eres la piedra rechazada por los edificadores, la cual vino a ser cabeza del ángulo.
- Y por ser el autor y consumador de la fe;
- no se dará en ningún otro tiempo, prodigio tan sagrado.
- Oh Eterno,
- nuestra estatura es exigua, para poder llevar tu manto de gloria.
- Y decidirá el santísimo cielo,
- que siervo se ha hecho merecedor a la corona de eterna victoria.
- Paz de Cristo
HAZ DE TU TIEMPO, UN TIEMPO CRISTOCÉNTRICO
- Oh mi Cristo,
- efímero es nuestro tiempo terrenal.
- Y creer con perseverancia en tu Sagrado Escrito,
- nos abrirá la gloriosa puerta celestial.
- Oh Eterno, vives por los siglos en tu omnipotencia, omnisciencia y omnipresencia.
- Tú eres el Alto y Sublime, que vive en luz inaccesible.
- Sobrenatural es tu magnificencia,
- oh Roca inmarcesible.
- La precisa y preciosa creación,
- anuncia el inconmensurable poder Cristocéntrico.
- Porque en cada recoveco de su inmensidad, oh Señor, emana tu sagrada unción;
- y es manifiesta su indefectible identidad de único.
- Oh Fiel y Verdadero,
- la gracia recibida es indispensable e inasumible para el común mortal.
- Y el juicio irrevocable en la balanza del día postrero,
- nos mostrará la verdadera salvación o condenación celestial.
- Oh Sumo Redentor,
- no ha lugar más humillación en tu muerte, y muerte de cruz.
- Y es en tu excelso amor,
- donde tus probos discípulos hemos visto tu Cristocéntrica luz.
- Paz de Cristo
NO SANARÁS TU ALMA, SI NO ANDAS COMO ANDUVO CRISTO
- Oh mi Cristo,
- ¿Tú diste tu vida en la cruz del Calvario, para que el mundo se mueva en la sordidez del diablo?
- A tus siervos, oh Señor, nos has privilegiado, siendo encaminados a toda verdad del Santo Espíritu,
- para vivir como hijos de luz, oh Santo.
- Oh Alto y Sublime,
- en nuestro espíritu se enseñorean muchos cabos sueltos que nos faltan por atar.
- Y persistimos en esa ambigüedad que el maligno exhibe;
- para con nuestro oprobio, al gran Dios desagradar.
- Sé un siervo consagrado para el Sumo Creador.
- Escudriña con ferviente celo la Sagrada Palabra.
- Y resiste a Satanás, para no desvirtuar la gloriosa provisión de amor,
- que en la inmolación del Calvario te dio el Todopoderoso Señor y Salvador porque te ama.
- Seguid por fe,
- las huellas indelebles que a los genuinos heraldos nos dejó Cristo Jesús.
- Y es que, únicamente el que por el Espíritu ve,
- traspasará su pétreo corazón como espada de dos filos, oh Rey de la gloria, tu sobrenatural luz.
- Dios no puede ser burlado.
- Porque has de saber, que hasta los pelos de tu cabeza tiene contados.
- Y morarán en la gloria del bienaventurado,
- los discípulos, oh Rey de reyes, que con tu santidad han sido eternamente sellados.
- Paz de Cristo
jueves, 15 de septiembre de 2022
TÚ DARÁS FRUTO EN EL YERMO DESIERTO, SI PERMANECES EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- la semilla parte de la gloriosa providencia.
- Y sembrada por el Santo Espíritu,
- da un fruto de excelencia.
- Oh Santo de Israel,
- son tus genuinos siervos los que conforman tu prodigiosa semilla.
- Y es que, el don de la fe,
- les vivifica en la transcendente prueba, oh Señor, para dar el fruto perfecto del que a tus santísimos pies se humilla.
- Oh Cordero inmolado,
- en el sacrificio de la cruz del Calvario, nos diste el fruto excelso de tu sobrenatural semilla.
- Y el que creyó en tu majestuoso nombre fue santificado,
- para dar testimonio de las buenas nuevas de salvación eterna.
- Oh Cristo Jesús,
- tus milagros son el fruto de gloria en la impiedad del desierto.
- Y en la siniestra obscuridad fue manifiesta su inaccesible luz;
- porque hizo de facto los milagros, el Rey de reyes y Señor de señores, único y verdadero Dios que bajó del cielo.
- Oh Sumo Alfarero,
- Tú puedes hacer del impío más abyecto,
- un radiante vaso nuevo;
- para que su sazonado fruto, sirva a la disoluta humanidad de grandioso ejemplo.
- Paz de Cristo
EL AMOR HA DE PRECEDER SIEMPRE AL PERDÓN, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- cuando perdonamos en tu santo nombre, restañamos la séptica herida espiritual.
- Pero tan grandiosa gracia viene dada por el Santo Espíritu,
- que nos redime y justifica del pernicioso mal.
- Oh Cristo Redentor,
- sabemos que el causante de toda inmundicia es el diablo.
- Fervientes gracias te damos, oh Cordero inmolado, por derramar tu preciosa sangre en la cruz del Calvario, redimiendo a toda la humanidad con tu excelso amor;
- para que el que se arrepintiere de sus pecados, en el día postrero pudiere ser salvo.
- Oh Cristo Jesús,
- el maligno sembró la semilla, que produjo en el ser humano una raíz de amargura.
- Y fue tu manifestación en carne, oh Señor, la que nos sacó de las tinieblas, para revestirnos de admirable luz;
- y ser en su majestuoso nombre, una nueva criatura.
- Oh Omnipotente Señor,
- Tú te despojaste de tu regio trono celestial, para dar cumplimiento a la perfecta obra de la cruz del Calvario, en la que con tu muerte venciste al imperio de la muerte.
- Oh Todopoderoso Salvador,
- nada fue impedimento en tu muerte, sepultura y resurrección; porque Tú pusiste tu vida, y al tercer día resucitaste.
- Jesús, dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
- El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
- Oh Santo de Israel, la intromisión en la senda ancha es fatua; sea en nosotros la sabiduría de lo alto, andando por la intempestiva angostura;
- porque el que anduviere por ella, será en el día del fin glorificado.
- Paz de Cristo
miércoles, 14 de septiembre de 2022
SÉ LIBRE EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- tu perfecto sacrificio en la cruz del Calvario me libertó.
- De la séptica inmundicia; no otro, sino el Santo Espíritu,
- con su sobrenatural unción me purificó.
- Oh Santo de Israel,
- Tú viniste a deshacer las obras del diablo.
- Y es que, el maligno no puso techo a su acción abominable en el día aquel;
- pero no existe un perdón mayor, que la oración de gloria elevada a tu trono eterno.
- Oh Sumo Redentor,
- todo el que recibe de gracia, da de gracia.
- E interioriza el excelso amor,
- para el espiritual deleite del alma santa.
- Jesús, dijo: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
- Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
- Oh Alto y Sublime, en tu majestuoso nombre, siempre nos hemos de gloriar.
- Y el quebrantamiento de espíritu, oh Señor, será nuestro sacrificio de santísima alabanza.
- Oh Alfa y Omega,
- solo tus verdaderos hijos morarán en la gloriosa eternidad.
- Y verán, oh Rey de la gloria,
- tu excelsa faz.
- Paz de Cristo
SANAD EL ALMA CON EL GENUINO PERDÓN EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- la santidad de tus auténticos siervos deshizo las abominables cargas.
- Y por la unción del Santo Espíritu,
- vivirán en las eternas moradas.
- Oh Sumo Redentor,
- Tú hiciste la obra perfecta en la cruz del Calvario.
- Y en tu majestuoso perdón, hubo un tan inmerecido y grandioso amor,
- que abriste, a un sin número de impíos, la puerta de tu celestial santuario.
- Oh Cristo Jesús,
- Tú nunca te consideraste víctima de la chusma entenebrecida.
- Y en la cruz, verbalizaste: Consumado es; para regocijo de tu gloriosa plenitud,
- que glosa la esencia pura de tu venida.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio publico, incontables fueron tus milagros sobrenaturales.
- Y por ser Tú, oh Señor, el autor y consumador de la fe,
- libraste, al que creyó en tu nombre que es sobre todo nombre, de los demoníacos males.
- Oh Hijo del Hombre,
- hasta en el ignoto universo reverberó tu piadoso perdón.
- Y por habernos revelado tu santo nombre,
- la justicia Cristocéntrica salvó a nuestro perverso y endurecido corazón.
- Paz de Cristo
martes, 13 de septiembre de 2022
LA ORACIÓN INTERCESORA DEL JUSTO TRAE GLORIA, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- el probo intercesor, derriba toda barrera del maligno.
- Porque al orar en el Espíritu,
- su genuflexa rodilla obra en el poder del Altísimo.
- Oh Santo de Israel,
- el heraldo que predica la Sagrada Palabra con unción;
- se mueve en fe,
- dando lugar a la sobrenatural intersección.
- Oh Cristo Jesús,
- no puede haber un día, sin la oración intercesora.
- Y es que, en el fulgor, oh Rey de reyes, de tu majestuosa luz,
- se mueve la Cristocéntrica gloria purificadora.
- Oh Hijo del Hombre,
- la espada es el Espíritu de la Palabra.
- Y estamos en la cúspide de la fe,
- al predicar con el summum de la gracia.
- Oh gran Yo Soy,
- Tú nos has dado el conocimiento de la perfecta y única verdad.
- Y afirmo, oh Rey de la gloria, que la poesía en Cristo, es intercesora hoy;
- por ser tu gloriosa presencia, la que propicia en el profano la santidad.
- Paz de Cristo
MATEO 12: 34-37 EN CRISTO
- ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
- El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
- Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
- Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
- Oh mi Cristo, tu Sagrada Palabra a la santa virtud nos aboca;
- porque siempre que es anunciada, regocija a nuestras almas atribuladas.
- Y cumple un sagrado propósito salvífico,
- en el que anhela ser bienaventurado.
- La Biblia dice: Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia; vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
- Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
- Oh Sumo Hacedor,
- a través de la Escritura Sagrada, nos has vivificado en el Santo Espíritu.
- La Biblia enseña: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
- Aparta de ti la iniquidad de los labios.
- Tus ojos miren lo recto, y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante.
- Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos.
- Oh Cristo Redentor, nuestros pensamientos no se apartarán de tu senda bendecida,
- para que por tu Palabra sean santificados.
- Y nunca aprenderemos de tus preceptos bíblicos lo bastante,
- oh Señor, para ser tus santos hijos.
- La Biblia enfatiza: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia.
- Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues a su amado dará Dios el sueño.
- Oh Alto y Sublime, en tu majestuoso nombre, salvos somos por gracia;
- pero hemos de ser probos siervos de tu glorioso Evangelio.
- Jesús, dijo: No juzguéis, para que no seáis juzgados.
- Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
- Oh Eterno, de gracia hemos sido sellados,
- para testificar en tu santo nombre al errático inconverso, que aún no ha sido por tu excelsa diestra bendecido.
- Paz de Cristo
lunes, 12 de septiembre de 2022
EL FALSO CRISTIANO ABORRECE TU SANTO NOMBRE, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- resulta repudiable la insolemnidad del impostor.
- Sí, porque el hecho de dar lectura al Sagradoo Escrito,
- no es consubstancial a profesar amor.
- Oh Cristo Jesús,
- el grandioso hecho de predicar la Sagrada Palabra, no conlleva ser un ferviente hacedor.
- Y es que, en las densas tinieblas no penetra fácilmente la luz,
- Oh Cristo Redentor.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público hiciste innumerables milagros.
- Y resultó imposible, oh Señor, que los que hicieron escarnio de tu fe,
- sus corazones fueran quebrantados.
- Oh Cordero inmolado,
- nuca se apagó tu Espíritu de eterna vida.
- Y el siervo que anheló ser bienaventurado,
- tuvo la gloria de que su alma fuera bendecida.
- Oh Sumo Alfarero,
- muchos de tus vasos perfectos se hicieron vanos.
- Pero en el día postrero,
- la sobrenatural balanza coronará únicamente a los que han sido santos.
- Paz de Cristo
EL FIN ÚLTIMO DEL CIELO, ES QUE SEAMOS UNO EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- en tu crucifixión del Calvario, nos hiciste un llamado para que en tu santo nombre fuéramos uno.
- E investidos de poder por el Santo Espíritu,
- toda obscuridad fue disipada por la majestuosa luz del camino.
- Oh Sumo Creador,
- proclamamos a los cuatro vientos tu inmarcesible gloria.
- Porque Tú nos has dado el sobrenatural resplandor,
- que nos guarda en la eterna victoria.
- Oh Cordero inmolado,
- Tú has dado al mundo el más grandioso amor.
- Y obviaste toda abominación, para que recibiera tu excelsa gracia, el bienaventurado.
- Y es que el fatuo en su vileza no sabía, oh Santo, que tu manifestación de gloria, emanaba de tu execrable dolor.
- Oh Sumo Hacedor,
- por amor de tu glorioso nombre, cuidas de toda tu creación.
- Y es tal tu ferviente candor,
- que anhelas revestir de piedad la extrema dureza del humano corazón.
- Oh Alfa y Omega,
- santa es tu amada, vestida de lino fino.
- Y es que, sin mancha es tu perfecta Iglesia,
- porque sigue tus sagradas huellas, oh Redentor Altísimo.
- Paz de Cristo
TU JUSTICIA NO HACE ACEPCIÓN DE PERSONAS, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- todo ser creado es perfecto en tu glorioso nombre.
- Y nunca hizo acepción de personas tu Santo Espíritu,
- oh Hijo del Hombre.
- Oh Alto y Sublime,
- suspendidos estamos en la universal inmensidad.
- Y, oh Señor, es tu mimbre invulnerable,
- el que nos sustenta en la perfecta verdad.
- Oh Sumo Alfarero,
- en un insondable misterio, se autodefinen los vasos de honra y de deshonra.
- Y Tú, oh Rey de reyes, as considerado igual al primero y al postrero;
- pero de la abundancia del corazón habla la boca.
- Jesús, enseña: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois mis ovejas, como os he dicho.
- Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no pereceran jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
- Oh Altísimo Cristo,
- únicamente el que va asido de tu gloriosa mano, es el que en santidad ha permanecido.
- Jesús, enfatiza: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
- He aquí mi madre y mis hermanos.
- Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
- Oh Fiel y Verdadero, tus genuinos hijos santos,
- son los que indefectiblemente están en tu majestuoso nombre consagrados;
- y rinden adoración al que por los siglos es el eterno Padre.
- Paz de Cristo
domingo, 11 de septiembre de 2022
SER LINAJE ESCOGIDO, SELLA TU IDENTIDAD EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- únicamente el que persevere hasta el fin, se ceñirá de santidad.
- Y es el fruto del Espíritu,
- lo que habrá definido su identidad.
- Oh Cordero inmolado,
- ¿las hordas que te escarnecieron en la cruz, destruyeron tu santuario?
- Justo al contrario; fue tu preciosa sangre derramada, la que de gracia hizo un nuevo pacto,
- en el abominable sacrificio del Calvario.
- Oh Rey de reyes,
- tus santísimos pasos nos enseñaron la senda eterna.
- Y hasta el más impío, oh Señor, recibe tus bendiciones,
- cuando su corazón, a tus gloriosos pies, contrito y humillado, al cielo con quebrantamiento clama.
- Oh Sumo Alfarero,
- ¿existe algún vaso tan desfigurado, que tu excelsa diestra no reconstruya?
- ¡No!, el que clama tu milagro, oh Santo de Israel, y ha buscado denodadamente tu rostro antes del día postrero;
- hará que su fe en tu majestuoso nombre, sea de facto el arrepentimiento que ponga por obra la gloria pura.
- Oh gran Yo Soy,
- Tú diste a la humanidad el más grandioso perdón.
- Y de una sola sangre creaste a tu obra maestra hasta el día de hoy;
- pero solo tus verdaderos hijos, serán de eterna salvación.
- Paz de Cristo
LA ORACIÓN PERSISTENTE ABRE EL CIELO, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- la oración rae toda inmundicia del alma.
- Y en la búsqueda del Santo Espíritu,
- se nos revela exponencialmente la gracia.
- Oh Santo de Israel,
- nada que no nos una a tu santo nombre tiene valor.
- Y es que, oh Señor, el que se gloría en tu sobrenatural fe,
- se reviste de excelso amor.
- Oh Cristo Jesús,
- el que ha desestimado lo carnal,
- se ha concernido en tu inaccesible luz,
- para morar en el paraíso celestial.
- Oh Eterno,
- en el arrebatamiento veremos tu santa faz.
- No des más pasos, sin que te hayas elevado un palmo del suelo,
- y puedas andar por la gloriosa eternidad.
- Oh Santo,
- haz que nuestra inexpugnable fortaleza,
- sea tu sagrado regazo;
- para que la santísima verdad, nos dé provisión de eterna certeza.
- Paz de Cristo
sábado, 10 de septiembre de 2022
EL QUE ESTÁ EN EL PROPÓSITO DE TU SAGRADA PALABRA, SUPERA TODAS LAS BARRERAS, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- el que manifiesta tu glorioso testimonio, es confrontado con la sórdida impostura.
- Y la predicación en el Espíritu,
- ha de llevarte indefectiblemente, a que el profano sea en Cristo Jesús una nueva criatura.
- Oh Alto y Sublime,
- la secuencia de mayor gloria en nuestra vida es resistir al diablo.
- Y tu mano en el timón del arado permanecerá siempre firme,
- para ser un probo heraldo.
- Oh Sumo Hacedor,
- mi perfecto refugio es tu excelsa diestra.
- Y nada me separará de tu piadoso amor,
- porque da a mi alma provisión eterna.
- Oh Hijo del Hombre,
- sin ti nada podemos hacer.
- Y hemos de predicar con denuedo en tu glorioso nombre;
- para que el impío se quebrante, y pueda al fin creer.
- Oh Cristo Redentor,
- en tu crucifixión del Calvario, verbalizaste: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
- A tal grado llegó, oh Rey de la gloria, tu inmarcesible amor,
- que tuviste piedad, por los que la vileza padecen.
- Paz de Cristo
ÍNFIMO ES EL TIEMPO DE LA HUMANIDAD, PARA PODER ASUMIR TUS BÍBLICOS PRECEPTOS, OH CRISTO
- La Biblia dice: Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
- El Señor no retarda su promesa, según algunos tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
- Oh mi Cristo, el que en tu santo nombre no se gloría,
- es que está dominado por un obscuro padecimiento.
- La Biblia enseña: Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ellas hay serán quemadas.
- Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
- Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia.
- Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo, Tú te inmolaste en la cruz del Calvario, para que todas las almas fueran binenaventuradas;
- porque de todas tienes misericordia, y en tu santísima mente están.
- Pero existen almas reprobadas por su estulticia,
- que han hecho desdén de la única verdad.
- Oh Santo de Israel,
- al inicuo ser humano le contempla la necesidad de un tiempo ilimitado, para que le sea de revelación tu obra perfecta en la cruz del Calvario.
- Y es que, desconoce que la bendita gracia le es concernida por fe y para fe,
- desde el eterno santuario.
- Oh Cristo Redentor,
- inconmensurables gracias te doy, por tu muerte, sepultura y resurrección.
- Oh Rey de reyes, nos has dado nueva vida con tu excelso amor;
- porque has circuncidado nuestro engañoso corazón.
- Oh Hijo del Hombre,
- Tú nos has hecho partícipes de tu majestuosa luz.
- Y al haber sido engendrados por tu nombre, que es sobre todo nombre,
- moraremos, oh Señor, en tu gloriosa plenitud.
- Paz de Cristo
viernes, 9 de septiembre de 2022
EN LAS ALAS DEL FRAGANTE VIENTO DE SION, VUELA HASTA EL ILIMITADO UNIVERSO LA POESÍA EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- ser heraldo de tu universal poesía es un grandioso honor.
- Y porque la guía el Santo Espíritu,
- profesa su excelso amor.
- Oh Santo de Israel,
- la belleza de un sin numero de versos exaltan tu presencia.
- Y con inusitada fe,
- es celosamente anunciada la poesía Cristocéntrica.
- Oh Cristo Jesús,
- Tú me has legado este ministerio poético, para enaltecer tu majestuoso nombre.
- Porque no habrá corazón humano, que interiorizada su lectura no le traspasare tu admirable luz,
- Oh Hijo del Hombre.
- Oh Altísimo,
- en tu adoración, alabanza y exaltación se pronuncia la reverente poesía que glorifica tu santo nombre.
- Y su manifiesta gloria te lleva al Lugar Santísimo,
- para que purifique tu alma, el nuevo pacto de la gracia que hizo en la cruz del Calvario, oh Cordero inmolado, tu derramada y bendita sangre.
- Oh Alfa y Omega,
- de lo más profundo de mi alma sale a la luz esta Cristocéntrica poesía.
- Su pretensión es hacer a la humanidad conversa;
- y es que, la voluntad del Señor nos mandata que se predique su Sagrada Palabra, porque nunca vuelve vacía.
- Paz de Cristo
LA BLASFEMIA, INIQUIDAD RECURRENTE DEL INMUNDO, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- es imposible encontrar candor en los trapos de inmundicia.
- Porque el pagano que se extravío del camino,
- vive sumido en la estulticia.
- Oh Hijo del Hombre,
- el fariseo se empecina en la letal blasfemia.
- Y porque nunca le fue revelado, oh Señor, tu santo nombre,
- hace escarnio de la evangelizadora esencia.
- Oh Santo de Israel,
- en la distorsión espuria de tu Sagrada Palabra, se hace manifiesta la sordidez profana.
- Y la vileza de su ser,
- pretende destruir la gloriosa fe cristiana.
- Oh Alto y Sublime,
- anatema es la idolatría; y la Biblia deja constancia escrita de ella, en múltiples versículos.
- Pero el falso cristiano que se cree esta mentira infame;
- no ha entendido los sagrados principios bíblicos.
- Oh Sumo Alfarero,
- en tu rueda, hiciste vasos perfectos.
- Sin embargo, muchos se volvieron indignos; y será en el día postrero,
- cuando tendrán que dar cuenta de sus exabruptos blasfemos.
- Paz de Cristo
jueves, 8 de septiembre de 2022
LA IMPIEDAD DEL SER HUMANO LE LLEVARÁ A LA SEGUNDA MUERTE, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- el corazón endurecido del inicuo le encamina al abismo.
- Y a de transformar diametralmente su espíritu,
- para humillarse a los pies del Altísimo.
- Oh gran Dios,
- de la angosta trocha de tu excelsa gloria, el profano siempre hizo desdén.
- Y solo un ínfimo número de siervos consagrados,
- han sido cautivados por el sobrenatural Edén.
- Oh Cristo Jesús,
- una gran parte de nuestra exigua existencia, se ve inmersa en la obscuridad.
- Y con vil ignominia rechazan, oh Señor, tu majestuosa luz,
- alejandose exponencialmente de la única y santísima verdad.
- Oh Cordero inmolado,
- la perversa chusma que te crucificó, dos mil años después, se jacta de aquel execrable martirio.
- Y porque su abyecta mentira, la fundamentan en ser de su padre el diablo;
- no han podido interiorizar tan piadoso sacrificio.
- Oh Soberano Cristo,
- en un abrir y cerrar de ojos, arrebatarás a tu amada Iglesia.
- Y el que, adorándote hubiere permanecido en el Lugar Santísimo,
- vivirá, oh Rey de reyes, en tu gloriosa morada regia.
- Paz de Cristo
¿QUÉ PIDES A DIOS? ÉL MANIFESTADO EN CARNE HIZO LA OBRA PERFECTA EN LA CRUZ DEL CALVARIO
- Oh mi Cristo,
- tus verdaderos siervos te amamos por lo que eres.
- ¿No es inconmesurable la gloriosa redención que nos diste en tu perfecto sacrificio?
- Porque por tu sagrada llaga, fueron sanadas nuestras sépticas iniquidades.
- Oh Alto y Sublime,
- cuando pasas lista en este infinito universo; al oir tu gloriosa voz llamándonos por nuestro nombre, tus hijos contestan: sí, el que te adora, aquí está presente.
- Perdidos estábamos, oh Señor, por nuestro pecado infame;
- pero ahora te exaltados con un propósito firme.
- Oh Sumo Creador,
- en la inmensidad universal, eres nuestra lumbrera de gloria.
- Y estamos seguros en tu excelso amor;
- porque de muerte hemos pasado a vida, al ser para siempre tu santísima misericordia.
- Oh Alfa y Omega,
- nuestra fortaleza está asida a tu Sagrada Escritura.
- Y resuelto quedó este enigma,
- cuando por el bautismo, fuimos en tu santo nombre una nueva criatura.
- Oh Cristo Altísimo,
- un inmenso honor, es ser por tu designio el heraldo del glorioso Evangelio.
- Y por ser Cristocéntrico;
- de gracia, al mundo es anunciado este mensaje poético.
- Paz de Cristo
ERRADICA EL ULTIMO SIGNO DE VANIDAD, Y HABRÁS CREÍDO EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- Sí, porque creer en tu santo nombre, es el más grandioso honor de nuestra vida.
- ¿Pero cuál es la medida de fe en tu espíritu?
- ¿Ha sido realmente tu alma santificada y bendecida?
- Oh Cristo Redentor,
- tu humillación hasta la muerte, y muerte de cruz, ha de libertarnos en nuestro piadoso vivir.
- Y es que, oh Rey de la gloria, revestidos de tu excelso amor,
- hemos de perseverar hasta el fin.
- Oh Santo de Israel,
- rae de mi alma el inicuo pensamiento.
- Y lava con tu majestuosa sangre mi ser,
- para que en el corazón quebrantado, haya un genuino arrepentimiento.
- Oh Sumo Alfarero,
- has moldeado de nuevo con tus santísimas manos, a los vasos que pendían del abismo, y que creyeron en tu glorioso nombre.
- Sin embargo, será en el día postrero,
- cuando la sagrada balanza pesará la fidelidad profesada al Hijo del Hombre.
- Oh Cristo Jesús,
- apenas nuestros pies han superado el primer peldaño de la escalera que nos ha de subir al cielo.
- Y para superar su angostura, necesitaremos insoslayablemente erradicar la vanidad, oh Señor, gloriándonos en tu admirable luz;
- porque guardada en tu excelsa diestra ha de estar nuestra alma, para recibir el sobrenatural sustento.
- Paz de Cristo
miércoles, 7 de septiembre de 2022
ÚNICAMENTE EL CORAZÓN PIADOSO AMA EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- tu corazón de gloria, redimió al mundo.
- Y amó al perdido,
- justificando la iniquidad del espiritualmente moribundo.
- Oh Santo de Israel,
- Tú no viniste a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
- Tú, Oh Señor, diste tu vida en la cruz del Calvario, para reconciliarnos con el Padre;
- y lo hiciste a sabiendas, de que nuestro pecado tenía un hedor nauseabundo.
- Oh Cristo Jesús,
- con tu preciosa sangre derramada,
- en tu muerte, y muerte de cruz,
- sellaste de autenticidad nuestra salvación. E hiciste el nuevo pacto de la gracia, para que el alma en su contrito arrepentimiento, anhelara la esperanza bienaventurada.
- Oh Hijo del Hombre,
- en tu gracia, se ha visto mi alma guardada.
- Y por amor a tu excelso nombre,
- deseo fervientemente traspasar el umbral del alma santificada.
- Oh Fiel y Verdadero,
- los siervos genuinos que se quebrantaron a tus santísimos pies, tenían paz en su corazón.
- Y los que perseveren hasta el día postrero,
- oh Señor, recibirán la piedad de tu majestuoso perdón.
- Paz de Cristo
EL NUEVO TIEMPO DE GLORIA ES AHORA, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- porque Tú te acuerdas de que somos polvo. ¡Polvo somos, y al polvo volveremos!
- oh Señor, con la revelación de tu majestuoso nombre, hemos recibido un nuevo espíritu;
- porque anhelamos ser tus irreprensibles siervos, y por tu excelsa diestra viviremos.
- Oh Fiel y Verdadero,
- nada, que no sea santo, se sustenta fuera de tu trono eterno.
- Y es en tu hijo de piadoso celo,
- donde las bendiciones de lo alto, glosan su espíritu Cristocéntrico.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú nos abriste la sagrada senda de gloria.
- Y lo hiciste posible en la cruz del Calvario, con tu sublime amor,
- para que toda la humanidad fuera coronada en victoria.
- Oh Cristo Jesús,
- seguir tu angosto camino, está al alcance de los siervos que han recibido la gloriosa unción.
- Y es que, en tu inaccesible luz,
- oh Señor, contigo vivirán los que te han adorado de todo su corazón.
- Oh Alfa y Omega,
- en tu santo nombre, no dejaré pasar esta sobrenatural e inconmensurable oportunidad.
- Porque en tu Palabra Sagrada,
- se nos exhorta la única y eterna verdad.
- Paz de Cristo
martes, 6 de septiembre de 2022
VELA POR LA PUREZA DE TU ALTAR EN CRISTO
- Jesús, dijo: Velad y orad, para que no entréis en tentación; a la verdad el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.
- Oh mi Cristo, sometidos a la banalidad de lo carnal, hacemos un pernicioso llamado a la caótica frustración;
- lugar inequívoco de lo extremadamente estéril,
- que demanda nuestro engañoso y atribulado corazón.
- Oh Santo de Israel,
- ¿a título personal,
- tenemos el verdadero conocimiento de lo que evaluamos por fe?
- ¿O al ser exógena a nuestra vida, se manifiesta indomeñable a la humana voluntad, como gracia excelsa de un don celestial?
- Oh Hijo del Hombre,
- interiorizar la primorosa paz,
- nos revela la raíz de grandiosa mansedumbre,
- que está sellada por la propia e inconmensurable naturaleza, oh Señor, de tu santidad.
- Oh Altísimo Cristo,
- de majestuoso reconocimiento es tu inescrutable paz.
- Y es la soberana manifestación del Santo Espíritu;
- el cual hemos recibido, para preservar la pureza de nuestro altar celestial.
- Oh Rey de la gloria,
- para tu amada Iglesia tienes reservado el mayor regocijo.
- Porque nuestra perfecta paz en victoria,
- es tu santísimo paraíso.
- Paz de Cristo
SI EN SANTIDAD PERMANECES HASTA EL FIN, VERÁS AL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
- Oh mi Cristo,
- tu senda sagrada, será conocida por mis impertérritos pasos.
- Sé que sustentado en la verdad del Santo Espíritu,
- superaré las encrucijadas de los contumaces fracasos.
- Oh Sumo Creador,
- tu grandiosa perfección resplandece hasta en el ignoto universo.
- Y en mi poesía Cristocéntrica, se manifiesta a tu majestuoso nombre inconmensurable amor,
- e irradia rendida adoración en cada verso.
- Oh Sumo Alfarero,
- exultantes de gozo están tus vasos renovados.
- Y será en el día postrero,
- cuando sus loas al gran Dios, se oigan en el paraíso de los bienaventurados.
- Oh Rey de la gloria,
- Tú has dicho: Sed santos, porque yo soy santo.
- Y no otra puerta, sino la de la salvación, será traspasada por las alma en victoria;
- porque del designio de gloria, oh Señor, fue merecedor el buscó incesantemente tu excelso rostro.
- Oh gran Yo Soy,
- no existe santidad, sin humillación.
- Y Tú, oh Cristo Jesús, en tu crucifixión del Calvario, diste al ladrón arrepentido, el día del eterno hoy,
- tu más piadoso perdón.
- Paz de Cristo
EVITAD TODA INMUNDICIA DE VUESTRA VIDA EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- la pureza de tu testimonio, nos permite saber nuestro grado de espiritualidad.
- Y siempre obedecerá en demérito,
- del que inopinadamente se ve envuelto en la séptica obscenidad.
- Oh Santo de Israel,
- existe una línea muy fina, que te deriva al abismo.
- Y es que, oh Señor, el que te es infiel,
- hace desdén de su arrepentimiento en el Lugar Santísimo.
- Oh Cordero inmolado,
- huelga toda apostasía,
- del que ha conocido la muerte, sepultura y resurrección del Cristo crucificado;
- porque se traduce en una sordidez ilimitada, de impostura e hipocresía.
- Oh Rey de reyes,
- tu Sagrada Palabra es como toda espada de dos filos, que nos somete con la profundidad de su incisión, a renovar exponencialmente nuestro espíritu.
- Porque nadie ha hecho méritos, par adueñarse de los gloriosos bienes,
- que son de la absoluta propiedad del Soberano Señor Altísimo.
- Oh Omnipotente Señor Jesucristo,
- Tú siendo el Rey de la gloria, te hiciste el mayor siervo.
- Y la corona y el báculo lo dejaste en tu eterno santuario,
- para darnos a conocer, la obediencia del que se humilló hasta la muerte. Y fue al tercer día el primogénito de los muertos resucitado. ¡El que vive por los siglos, y estuvo muerto!
- Paz de Cristo
Y EL AGUA CONVERTISTE EN VINO, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- interiorizar el milagro de como las moléculas del agua se transformaron en vino, nos llevaría a la imposibilidad de conocer el proceso.
- Es tanto como inquirir en tu propia conversión, al ser engendrado, oh Señor, por tu Sagrada Palabra, para ser tu verdadero hijo,
- como dice el santo Evangelio.
- Oh Alto y Sublime,
- Tú habitas la eternidad.
- ¿Entiende algún ser humano, en su advenediza mente,
- oh Rey de reyes, tu única y santísima verdad?
- Oh
- Oh Santo de Israel,
- gracias te doy, por haberme revelado tu majestuoso nombre.
- Y es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve;
- el versículo bíblico, que me ha hecho creer indubitablemente en el Hijo del Hombre.
- Oh Sumo Hacedor,
- la grandiosa diferencia entre el profano y el hijo de Dios,
- es que la bendicion del cielo sea derramada sobre el adorador,
- que guarda obediencia a los bíblicos postulados.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- ávidos estamos de tu celestial bendición.
- Y serán las señales y prodigios de tu Santo Espíritu,
- dándonos atemporalmente la gloriosa y sobrenatural unción.
- Paz de Cristo
lunes, 5 de septiembre de 2022
¡NO TE QUEDES FUERA DEL ARCA! ÉSTE ES EL ÚLTIMO AVISO A LOS PERDIDOS, DADO POR TU REINO CELESTIAL, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- ¡Tú no te equivocas!
- En el universo reverbera tu anuncio precioso y preciso,
- de que a tu amada Iglesia arrebatarás, para que viva eternamente en tus moradas gloriosas.
- Oh Cristo Jesús,
- lo que Tú abres ninguno cierra, y lo que Tú cierras ninguno abre.
- Y es que, oh Señor, tu celestial plenitud,
- es para el que de tus preceptos es un digno hacedor que con gran celo obedece.
- Oh Sumo Redentor,
- inverosímil es para el profano, tu humillación hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Y es que, a todo conocimiento excede tu excelso amor,
- porque emana, oh Santo, de tu inaccesible luz.
- Oh Fiel y Verdadero,
- Tú aseveraste: Muchos serán los llamados, y pocos los escogidos.
- Y por tu gracia, oh Eterno,
- los siervos que te profesaron adoración, habrán de ser indefectiblemente en victoria reconocidos.
- Oh Alfa y Omega,
- creer sin ver, es lo que define a tu verdadero siervo.
- ¿Habrá algo imposible, para el discípulo que en tu Santo Espíritu se sustenta?
- Tú, oh Señor, le has dado la certeza, de que su cuerpo glorificado traspasará el umbral del paraíso eterno.
- Paz de Cristo
NO LIMITES LA SANTIDAD EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- la inercia de lo que consideramos un pequeño desliz, conculca nuestra gloriosa santidad.
- No contristes nunca al Santo Espíritu,
- porque Él es el que te lleva a la eterna verdad.
- Oh Sumo Alfarero,
- no existe ningun inmundo vaso,
- que en tu rueda sagrada no puedas hacer de nuevo;
- y perseverará hasta el fin, siendo un perfecto heraldo.
- Oh Santo de Israel,
- en tu ministerio público, incontables fueron tus milagros.
- Y es que, oh Señor, los siervos que te profesaban ilimitada fe;
- contaron con tu manifestación de gloria, para ser súbitamente sanados.
- Oh Cristo Jesús,
- guardar tu Sagrada Palabra es el salvoconducto de salvación.
- Porque el que de gracia recibe un intangible fulgor de tu inaccesible luz,
- a éste guarda tu majestuoso perdón.
- Oh Rey de reyes,
- es la revelación de tu santo nombre,
- la que nos colma cada mañana de misericordias y favores.
- Y es que, sin santidad nadie podrá ver al Hijo del Hombre.
- Paz de Cristo
HAZ DE TU BIENAVENTURADA ESPERANZA MI FIEL CONSEJERA, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- el ser atrabiliario nunca tendrá paz.
- Que no te mueva el impulso primario del instinto,
- sino la obediencia a la bíblica verdad.
- Oh Alto y Sublime,
- los sentidos del hombre están viciados por la inmunda emulación.
- Y solo la llenura del Santo Espíritu, de tan séptica conducta te exime,
- para que la santidad liberte a tu errático corazón.
- Oh Altísimo Señor,
- no nos reiteraremos lo suficiente, para interiorizar en nuestras disolutas almas, oh Cordero inmolado,
- la majestuosa lección de tu excelso e inconmensurable amor;
- cuando en la cruz del Calvario, verbalizaste: Consumado es; para que todo inicuo corazón, se tornara bienaventurado.
- Oh Hijo del Hombre,
- tu muerte, sepultura y resurrección han dado una inmensa vuelta de tuerca a la impiedad.
- Y es en la invocación de tu glorioso nombre,
- donde se ha hecho manifiesta la humana santidad.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- la incredulidad es el demonizado pensamiento del profano.
- Y será por el poder del Espíritu;
- la conversión del que no creyó, en un genuino santo.
- Paz de Cristo
domingo, 4 de septiembre de 2022
TU AMOR HA DE ESTAR CONCERNIDO EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- en tu abominable sacrificio de la cruz del Calvario, diste una nueva dimensión de amor.
- Y es que, a Jesús, únicamente por el Espíritu,
- se le puede llamar Señor.
- Oh Rey de reyes,
- por tu sagrada senda, perderse es imposible.
- Tus huellas, oh Rey de la gloria, son indelebles;
- y su belleza es de un candor inmarcesible.
- Oh Santo,
- no existe medida para el amor.
- Pero que el mencionado amor es eterno, nos lo asevera el Sagrado Escrito,
- oh Todopoderoso Redentor.
- Oh Cristo Jesús,
- El ser humano está inmerso en los entenebrecidos abismos.
- ¡Gracias, oh Eterno, por tu majestuosa luz,
- que es la perfecta lumbrera, para que los profanos den inicio a sus Cristocéntricos caminos!
- Oh gran Dios,
- el Evangelio nos ha dado el conocimiento de la gloriosa eternidad.
- Y es inherente a tus siervos consagrados,
- predicar en tu excelso nombre, oh Altísimo Jesucristo, la única y santísima verdad.
- Paz de Cristo
MATEO 26:41,42 EN CRISTO
- Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
- Padre mío, si no puede pasar de mí está copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.
- Oh mi Cristo, si no permanecemos en la incesante búsqueda de tu bendito rostro, nuestra vida habrá renunciado a tu santo nombre; para vivir en el hedor del mundo estéril,
- subyugados por el oprobio de su carnalidad.
- La Biblia dice: Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman.
- Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
- Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.
- Oh Alto y Sublime, los que no invocan tu glorioso nombre, por las tinieblas con sus cuerpos rectan;
- porque no han entendido,
- que los que creemos en tu excelsa diestra, hemos vencido al maligno para siempre.
- La Biblia enseña: Amados hermanos míos, no erréis.
- Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
- Él, de su voluntad, nos hizo nacer de la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.
- Velad y orad, y con la protección del Rey de reyes a nada temeréis;
- porque únicamente de su bendición,
- parten todas las glorias futuras.
- La Biblia constata: Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
- Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
- Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
- Oh Fiel y Verdadero, nuestro anhelo es que por tu bendita gloria seamos siervos aprobados,
- para vivir en las eternas moradas,
- de los cielos santísimos.
- La Biblia asevera: Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca.
- Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno.
- Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna.
- ¡Tu soberana providencia,
- oh Cristo Altísimo,
- es la única, que con inconmensurable misericordia nos gobierna!
- Paz de Cristo
sábado, 3 de septiembre de 2022
TU SALVACIÓN, SOBRENATURAL GRACIA EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- en tu santo nombre, tenemos la bienaventurada esperanza de ser salvos.
- Pero es la asechanza del maligno,
- la que nos genera la impostura, para someternos y hacernos de él esclavos.
- Oh Santo de Israel,
- Tú viniste a anunciarnos las buenas nuevas de salvación eterna.
- Pero desestimamos el don de la fe,
- y nos revestimos de la sórdida inmundicia.
- Oh Hijo del Hombre,
- traspasar la puerta angosta, conlleva una extrema dificultad.
- Y es que, nuestra salvación nos vendrá dada, oh Señor, por la persistente invocación de tu majestuoso nombre,
- que requiere estar concernidos en la absoluta obediencia a la santísima verdad.
- Oh Cordero inmolado,
- Tú nos enseñaste la piadosa humillación hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Redentora fue tu misión, para apartar al impío de su obsceno pecado;
- porque en el obscurantismo, nunca vio luz.
- Oh Alfa y Omega,
- desde tu glorioso santuario, no hubo impedimento para darnos eterna salvación.
- Pero en el celoso cumplimiento de la Sagrada Escritura,
- perseverará hasta el fin, un contrito y humillado corazón.
- Paz de Cristo
ES TU GLORIOSA PRESENCIA LA QUE CONSUELA EL CORAZÓN DE TUS GENUINOS HERALDOS, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- Tú eres Dios manifestado en carne.
- Y después de tu perfecta obra en la cruz del Calvario;
- por cuanto a todos los pecadores del mundo, redimiste y justificaste, para aquel que creyere en tu santo nombre pudiere en el día postrero salvarse.
- La Biblia dice: Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis que yo mismo soy; antes de mí no fue formado dios, y no lo será después de mí.
- Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
- Yo anuncié, y salvé, e hice oír, y no hubo entre vosotros dios ajeno. Vosotros, pues, sois mis testigos, dice Jehová, que yo soy Dios.
- Oh Santo de Israel, Tú eres el primero y el último, el principio y el fin;
- y a este mundo de tu luz inaccesible viniste,
- para librarnos de nuestros abyectos pecados.
- La Biblia enseña: Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo.
- Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
- Oh Eterno, nunca podremos ocultar que de Dios eres el Hijo por el siglo y hasta el siglo;
- porque tu nacimiento de la virgen María, oh Soberano Jesús, lo consumó el Santo Espíritu en sus inescrutables designios.
- Jesús, asevera: Yo y el Padre, uno somos.
- Y lo constatable, según la Sagrada Palabra, es que: Si Jehová es el único Dios que salva; y Jesús es el nombre sobre todo nombre, bajo el sol, dado a los hombres en el que podamos ser salvos, es que: Jehová en el Antiguo Testamento, y Jesús en el Nuevo Testamento, es el mismo y único Dios.
- La doctrina de Unicidad, se constituye en irrefutable en estos dos pasajes bíblicos,
- para los que somos tus auténticos hijos consagrados.
- Jesús, dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
- Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
- ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?
- En nuestro terrenal devenir,
- oh Altísimo Señor Jesucristo,
- tus verdaderos heraldos, predicaremos que Tú eres el único Dios; y por tu majestuoso nombre, oh Cristo Jesús, resistiremos hasta la sangre.
- Paz de Cristo
viernes, 2 de septiembre de 2022
EL BÍBLICO DESIGNIO TE VIVIFICA EN CRISTO
- Oh mi Cristo,
- en un tiempo sobrenatural conocí tu santo nombre.
- Y es que, la majestuosa verdad del Santo Espíritu,
- me llevó al conocimiento del Hijo del Hombre.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú nos quisiste hacer partícipes de tu celestial misión: la obra perfecta, oh gran Dios, que consumaste en la cruz del Calvario.
- Oh Rey de reyes, tu santísimo corazón, únicamente daba eternos latidos de amor;
- y para tal gloria, no hubo ningún impedimento en tu glorioso santuario.
- Oh Sumo Creador,
- tu hoja de ruta, ante cualquier infundio, se hizo presente de forma providencial.
- Y no otro, sino su excelso candor,
- lo derramó desde el trono celestial.
- Oh Santo de Israel,
- no sucumbiste ante las perversas encrucijadas de la sépticas e irreverentes hordas.
- Y por ser Tú, el autor y consumador de la fe,
- nos diste inmerecidamente tus más grandiosas glorias.
- Oh Señor de señores,
- el hedor de la vil saña fue nuestra respuesta.
- Y ante tus exultantes misericordias y favores,
- oh Eterno; una ignominia sin precedentes, destruyo tu glorioso templo; y lo reconstruiste al tercer día, para que contigo resucitase toda alma, que a tus pies se postró para ser santa.
- Paz de Cristo
ADECÚA TU ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO A LA GRACIA DE CRISTO
- Oh mi Cristo,
- nada supera tu gracia.
- E imbricada en nuestro espíritu,
- nos llevará a una vida excelencia.
- Oh Alto y Sublime,
- el nocturno cielo estrellado, manifiesta inequívocamente la perfección de tu gloria.
- Desborda, oh Señor, a la precaria percepción de nuestra mente;
- porque en su magnificencia soberana, se sustenta en tu inmarcesible memoria.
- Oh Sumo Alfarero,
- en tu sobrenatural rueda, moldeas espíritu, alma y cuerpo al unísono.
- Y por ser el Eterno;
- salvarás, al que en tu majestuoso nombre haya creído, sin el desvarío del ánimo.
- Oh Sumo Hacedor,
- en el espacio universal se cumple inexorablemente tu perfecta sincronía.
- Y es que, oh Rey de reyes, has hecho partícipe de tu grandioso amor,
- al que en tu santo nombre se gloría.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en tu Sagrada Palabra se ha dado cumplimiento hasta la última tilde.
- Y será en el día postrero;
- cuando sabremos con certeza, a que piadoso siervo bendice.
- Paz de Cristo
jueves, 1 de septiembre de 2022
EL SER HUMANO SE REGOCIJA EN SU SÉPTICA VANIDAD; SIN EMBARGO, TÚ RESTASTE IMPORTANCIA A TUS SOBRENATURALES MILAGROS, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- los vivíficos latidos del corazón, muestran audiblemente el milagro de tu magistral obra: el ser humano.
- Y aún el que no cree en tu majestuoso nombre, obvia, oh Señor, la grandiosidad del universo,
- que has creado Tú, oh Santo.
- Jesús, dijo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
- De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere lleva mucho fruto.
- El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
- Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
- Oh Altísimo Cristo,
- ninguno de sus méritos al ser humano para ser salvo le respaldará.
- Es tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario, oh Rey de reyes, la que por gracia nos salvará.
- Jesús, enseña: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.
- Entre tanto que tenéis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de luz.
- Oh Alfa y Omega,
- nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, y potencialmente permeable a la eterna plenitud.
- Jesús clamó y dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y el que me ve, ve al que me envió.
- Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
- El que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.
- El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
- Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir.
- Yo sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo habló, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú sacrificio en la cruz del Calvario, lo hiciste con excelso amor para redención de todas las almas pecadoras.
- Y nunca, oh Cristo Jesús, tu olor fragante se hizo manifiesto para tanto espíritu moribundo.
- Y es que, tuviste que ser colgado de un madero,
- para a la humanidad redimir; y reconciliar con el Padre a todo humano vil,
- y hasta el extremo corrupto.
- Jesús, constata: Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
- Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
- Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
- De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.
- Oh Sumo Hacedor, un día para ti son mil años, y mil años son un día, como el de hoy.
- Sed con la Sagrada Palabra celosos, y de ello nunca desistáis;
- porque de vosotros será salvo, el que en mi santo nombre creyó.
- Paz de Cristo
DERRIBA A MI PASO TODAS LAS BARRERAS INMUNDAS, OH CRISTO
- Oh mi Cristo,
- añade a nuestra estatura un palmo, y veremos la inefable eternidad.
- Porque mediante la fe en el Santo Espíritu,
- alcanzaremos la bienaventurada esperanza de su gloriosa espiritualidad.
- Oh Cristo Jesús,
- la necia veleidad del obscurantismo, nos hace discurrir por sendas erráticas.
- Y es en tu inaccesible luz,
- oh Rey de la gloria, donde serán inexpugnables las almas, al ser por tu multiforme gracia revestidas.
- La Biblia dice: Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.
- No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos.
- Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.
- Oh Fiel y Verdadero, Tú excelsa diestra, por siempre nos guardará.
- Y seremos por tu grandiosa misericordia inmerecidamente bendecidos,
- en el eterno paraíso.
- La Biblia enseña: Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios.
- Hablad al corazón de Jerusalén, decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.
- Voz que clama en el desierto: preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.
- Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.
- Oh Hijo del Hombre, en tu santo nombre hemos sido regenerados,
- justificados
- y glorificados;
- por el majestuoso derramamiento, en la cruz del Calvario, de tu preciosa sangre.
- La Biblia asevera: Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.
- Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tenéis que decir a voces? Que toda carne es como hierba, y toda su gloria como flor del campo.
- La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierva es el pueblo.
- Sécase la hierba, narchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.
- Oh Santo de Israel, el discípulo probo, en santidad te ha esperado;
- y será en el día postrero,
- con la amada Iglesia su arrebatamiento,
- para vivir contigo, oh gran Dios, en la nueva Jerusalén eternamente.
- Paz de Cristo
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