- Oh mi Cristo,
- a tus discípulos dijiste: Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
- La inexpugnable fortaleza nos viene dada por el Santo Espíritu;
- y es que, ha tornado nuestra tierra estéril, en una esplendorosa tierra
- fértil.
- Oh Alto y Sublime,
- en nuestro nacimiento se nos enseñoreó la inocencia.
- Pero caímos en una sima inmisericorde,
- dando lugar a una perversa vida de insolente displicencia.
- Oh Cordero inmolado,
- el trascendente eco de tus santísimas palabras reverberó hasta lo último de universo, cuando proclamaste: Consumado es.
- Y el que creyó en ellas, tomó la gloriosa decisión de ser bienaventurado,
- por fe y para fe.
- Oh Rey de reyes,
- el fruto del Espíritu se nos es concernido, por creer en la Sagrada Escritura.
- Y son tus sobrenaturales leyes,
- las que nos convirtieron en una nueva criatura.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- un audio excelso tienen los gozosos silencios del texto de tu Sagrada Palabra.
- Y será la espada de su Espíritu,
- la que nos revele el perfecto amor de una vida santa.
- Paz de Cristo
jueves, 22 de septiembre de 2022
SOLO TU AMOR ES VERDADERO, OH CRISTO
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