- Oh mi Cristo,
- nada supera tu gracia.
- E imbricada en nuestro espíritu,
- nos llevará a una vida excelencia.
- Oh Alto y Sublime,
- el nocturno cielo estrellado, manifiesta inequívocamente la perfección de tu gloria.
- Desborda, oh Señor, a la precaria percepción de nuestra mente;
- porque en su magnificencia soberana, se sustenta en tu inmarcesible memoria.
- Oh Sumo Alfarero,
- en tu sobrenatural rueda, moldeas espíritu, alma y cuerpo al unísono.
- Y por ser el Eterno;
- salvarás, al que en tu majestuoso nombre haya creído, sin el desvarío del ánimo.
- Oh Sumo Hacedor,
- en el espacio universal se cumple inexorablemente tu perfecta sincronía.
- Y es que, oh Rey de reyes, has hecho partícipe de tu grandioso amor,
- al que en tu santo nombre se gloría.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en tu Sagrada Palabra se ha dado cumplimiento hasta la última tilde.
- Y será en el día postrero;
- cuando sabremos con certeza, a que piadoso siervo bendice.
- Paz de Cristo
viernes, 2 de septiembre de 2022
ADECÚA TU ESPÍRITU, ALMA Y CUERPO A LA GRACIA DE CRISTO
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