- Oh mi Cristo,
- únicamente el que persevere hasta el fin, se ceñirá de santidad.
- Y es el fruto del Espíritu,
- lo que habrá definido su identidad.
- Oh Cordero inmolado,
- ¿las hordas que te escarnecieron en la cruz, destruyeron tu santuario?
- Justo al contrario; fue tu preciosa sangre derramada, la que de gracia hizo un nuevo pacto,
- en el abominable sacrificio del Calvario.
- Oh Rey de reyes,
- tus santísimos pasos nos enseñaron la senda eterna.
- Y hasta el más impío, oh Señor, recibe tus bendiciones,
- cuando su corazón, a tus gloriosos pies, contrito y humillado, al cielo con quebrantamiento clama.
- Oh Sumo Alfarero,
- ¿existe algún vaso tan desfigurado, que tu excelsa diestra no reconstruya?
- ¡No!, el que clama tu milagro, oh Santo de Israel, y ha buscado denodadamente tu rostro antes del día postrero;
- hará que su fe en tu majestuoso nombre, sea de facto el arrepentimiento que ponga por obra la gloria pura.
- Oh gran Yo Soy,
- Tú diste a la humanidad el más grandioso perdón.
- Y de una sola sangre creaste a tu obra maestra hasta el día de hoy;
- pero solo tus verdaderos hijos, serán de eterna salvación.
- Paz de Cristo
domingo, 11 de septiembre de 2022
SER LINAJE ESCOGIDO, SELLA TU IDENTIDAD EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario