- Oh mi Cristo,
- todo lo que se busca fuera de tu santo nombre, no tiene fruto.
- Y es que, propicio es el Santo Espíritu,
- cuando te has negado a ti mismo en lo secreto.
- Oh Cristo Redentor,
- Tú eres el primogénito de los muertos resucitado.
- Y no existe acontecimiento universal de tan excelso valor,
- sino para el siervo que al Rey de reyes se ha consagrado.
- Oh Sumo Alfarero,
- Tú hiciste a tu obra maestra,
- con un molde perfecto;
- pero la que cayó en el obscuro abismo, precisó la preciosa pericia de la excelsa diestra.
- Oh Rey de la gloria,
- tu senda celestial, se la reconoce por tus indelebles huellas sagradas.
- Y tus verdaderos heraldos, testificamos en tu santísima memoria,
- para que las almas impías puedan ser salvas.
- Oh Cristo Altísimo,
- tu obra perfecta la consumaste en la cruz del Calvario.
- Y todo el que con quebrantamiento de espíritu, se postre a tus gloriosos pies en el Lugar Santísimo,
- hará contigo morada, oh Señor, en el eterno santuario.
- Paz de Cristo
domingo, 18 de septiembre de 2022
LA GLORIA DE TU ALMA ESTÁ EN CRISTO
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