Powered By Blogger

jueves, 15 de septiembre de 2022

EL AMOR HA DE PRECEDER SIEMPRE AL PERDÓN, OH CRISTO

  • Oh mi Cristo, 
  • cuando perdonamos en tu santo nombre, restañamos la séptica herida espiritual. 
  • Pero tan grandiosa gracia viene dada por el Santo Espíritu, 
  • que nos redime y justifica del pernicioso mal.

  • Oh Cristo Redentor, 
  • sabemos que el causante de toda inmundicia es el diablo. 
  • Fervientes gracias te damos, oh Cordero inmolado, por derramar tu preciosa sangre en la cruz del Calvario, redimiendo a toda la humanidad con tu excelso amor;
  • para que el que se arrepintiere de sus pecados, en el día postrero pudiere ser salvo.

  • Oh Cristo Jesús, 
  • el maligno sembró la semilla, que produjo en el ser humano una raíz de amargura.
  • Y fue tu manifestación en carne, oh Señor, la que nos sacó de las tinieblas, para revestirnos de admirable luz;
  • y ser en su majestuoso nombre, una nueva criatura. 

  • Oh Omnipotente Señor, 
  • Tú te despojaste de tu regio trono celestial, para dar cumplimiento a la perfecta obra de la cruz del Calvario, en la que con tu muerte venciste al imperio de la muerte.
  • Oh Todopoderoso Salvador, 
  • nada fue impedimento en tu muerte, sepultura y resurrección; porque Tú pusiste tu vida, y al tercer día resucitaste.

  • Jesús, dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 
  • El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 
  • Oh Santo de Israel, la intromisión en la senda ancha es fatua; sea en nosotros la sabiduría de lo alto, andando por la intempestiva angostura;
  • porque el que anduviere por ella, será en el día del fin glorificado. 
  •               Paz de Cristo 

No hay comentarios:

Publicar un comentario