- Oh mi Cristo,
- interiorizar el milagro de como las moléculas del agua se transformaron en vino, nos llevaría a la imposibilidad de conocer el proceso.
- Es tanto como inquirir en tu propia conversión, al ser engendrado, oh Señor, por tu Sagrada Palabra, para ser tu verdadero hijo,
- como dice el santo Evangelio.
- Oh Alto y Sublime,
- Tú habitas la eternidad.
- ¿Entiende algún ser humano, en su advenediza mente,
- oh Rey de reyes, tu única y santísima verdad?
- Oh
- Oh Santo de Israel,
- gracias te doy, por haberme revelado tu majestuoso nombre.
- Y es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve;
- el versículo bíblico, que me ha hecho creer indubitablemente en el Hijo del Hombre.
- Oh Sumo Hacedor,
- la grandiosa diferencia entre el profano y el hijo de Dios,
- es que la bendicion del cielo sea derramada sobre el adorador,
- que guarda obediencia a los bíblicos postulados.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- ávidos estamos de tu celestial bendición.
- Y serán las señales y prodigios de tu Santo Espíritu,
- dándonos atemporalmente la gloriosa y sobrenatural unción.
- Paz de Cristo
martes, 6 de septiembre de 2022
Y EL AGUA CONVERTISTE EN VINO, OH CRISTO
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