A LAS ALMAS ERRÁTICAS, ÚNICAMENTE LAS LIBERTAS TÚ, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• no existe ser tan disoluto, que no le hagas rendirse a tus santísimos pies. 
• Tú, oh Rey de la gloria, a todo el que se jacta de altivo,
• en mil pedazos rompes su cretinez. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• ¿quién no ha entendido que Tú habitas la eternidad?
• Nadie puede creer que uno existe per se;
• porque estaría exhibiendo su infatuidad.
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• Oh Cristo Redentor, 
• a gran parte de la humanidad, le cuesta asumir que Tú eres el Dios Soberano. 
• ¿Pero quién podría inmolarse en la cruz del Calvario, y dar su vida con inconmensurable amor,
• sino el primogénito de los muertos resucitado?
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• La Biblia dice: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. 
• Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
• Oh Hijo del Hombre, Tú diste a las hordas que te escarnecían, instantes antes de tu muerte y muerte de cruz, tu majestuoso perdón;
• para que supiéramos que para siempre es tu misericordia, y que Tú eres el único Dios Omnipotente que condena y salva.
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• Jesús, dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
• El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. 
• Oh Santo de Israel, la obediencia a tu Sagrada Escritura,
• es la condición indispensable para ser eternamente salvo.
•                   Paz de Cristo