EDIFÍCAME EN TU GLORIOSA SANTIDAD, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• en tus pensamientos y en tus palabras jamás hubo pecado.
• Y es en el Sagrado Escrito, 
• oh Señor, donde hemos conocido tu reino bienaventurado.
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• Oh Sumo Hacedor,
• el universo y todo lo que contiene fue visible en tu santo nombre, aconteciendo de facto la precisa y preciosa creación.
• Y revistiendo su altitud, anchura y profundidad de amor,
• permaneció en ella la perfectísima sazón. 
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• Oh Cristo Jesús, 
• tu Sagrada Palabra tiene un propósito eterno.
• Y es que, la más grandiosa plenitud,
• es el sobrenatural paraíso del cielo. 
• 
  
• Oh Rey de reyes,
• sobredimensiona exponencialmente nuestra santidad;
• y tendremos celo perpetuo, oh Rey de la gloria, por tus misericordias y favores,
• que nos conciernen en la única verdad.
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• Oh Alto y Sublime, 
• el culmen de tus auténticos siervos es llegar a la estatura del varon prefecto.
• Porque en tu luz inaccesible, 
• moraremos los escogidos discípulos, a los que has amado con amor eterno.
•                      Paz de Cristo