- Oh mi Cristo,
- provisión tenemos de lo que emana tu santísima voluntad.
- Y por la revelación de tu Sagrado Escrito,
- nuestra alma es linaje de eternidad.
- Oh gran Dios,
- nada somos sin tu bendita presencia.
- Y un celestial sello llevan los siervos consagrados,
- oh Señor, porque viven en tu sobrenatural esencia.
- Oh Alto y Sublime,
- presérvanos de la inmundicia del maligno.
- El que perseverare en tu santo nombre, éste es el que busca incesantemente tu rostro, oh Rey de la gloria, para perpetuarse firme;
- porque sus pasos nunca se saldrá del eterno camino.
- Oh Santo de Israel,
- los que tenían el corazón de piedra, obviaron siempre tus excelsos milagros.
- Y es que, era tan imperceptible su fe,
- que no tuvieron el grandioso privilegio de ser santos.
- Oh Hijo del Hombre,
- hasta que no vengas con los ángeles en tu reino,
- los que hicieron desdén de tu glorioso nombre no gustarán la muerte;
- porque llevados por la letal indiferencia, no asociaron la espiritual adoración, oh Rey de reyes, a tu poder Cristocéntrico.
- Paz de Cristo
sábado, 1 de octubre de 2022
LA ADORACIÓN OBRA EN TU ETERNA VOLUNTAD, OH CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario