- Oh mi Cristo,
- únicamente tuyo es el título de bueno.
- Y el que vive en el Espíritu,
- ha de combatir denodadamente contra el obscuro infierno.
- Oh Cordero inmolado,
- no ha habido sacrificio más execrable que tu crucifixión.
- Y todo siervo será bienaventurado,
- cuando haya creído en tu glorioso perdón.
- Oh Fiel y Verdadero,
- el que haya interiorizado tu sobrenatural paz, nunca se someterá a la ignominiosa raíz de amargura.
- Y es que, en el bautismo sepulté al ser humano vil y perecedero,
- para ser en tu santo nombre, oh Altísimo, una nueva criatura.
- Oh Sumo Hacedor,
- por amor de tu excelso nombre, creaste la obra maestra a tu imagen y semejanza.
- Y desde antes de la fundación del mundo, oh Sumo Redentor,
- nos moldeaste para que el alma fuera santa.
- Oh Alfa y Omega,
- la gloria será para el que viva en santidad.
- Y perdone toda ofensa,
- oh Rey de reyes, concernido en tu gloriosa y única verdad.
- Paz de Cristo
martes, 4 de octubre de 2022
TODA LA GLORIA ES PARA TU MAJESTUOSO NOMBRE, OH CRISTO
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