- Oh mi Cristo,
- rendido estoy para siempre a tu presencia.
- Oh Santo Espíritu,
- solo en tu verdad recibo la gracia Cristocéntrica.
- Oh Cristo de la gloria,
- Tú, antes de elevarte al cielo, dijiste: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
- Y esta es la eterna victoria,
- que otorgó a tus consagrados siervos, oh Rey de reyes, tu excelsa diestra.
- Oh Cristo Jesús,
- únicamente los que se postraron a tus gloriosos pies, han sido los hijos por el cielo escogidos.
- Y estos mismos, oh Hijo del Hombre, habitarán en tu inaccesible luz;
- porque su resistencia la han puesto por obra, contra todos los que del gran Dios son enemigos.
- Oh Sumo Creador,
- tu sabiduría es la que emana de lo alto;
- y fluye en el corazón del ferviente adorador,
- por ser, oh Santo de Israel, la inagotable fuente de predicación poética, para el que es tu genuino heraldo
- Oh Fiel y Verdadero,
- con el recio viento de Sion sobrevino el celestial derramamiento del Santo Espíritu.
- Y no otro, sino Tú por ser el único Dios arrebatarás a la amada Iglesia en el día postrero,
- oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Paz de Cristo
jueves, 20 de octubre de 2022
EL QUE ESTÁ SEGURO DE QUE TÚ ERES EL ÚNICO DIOS, NADA LE ARREDRARÁ PARA SERVIRTE, OH CRISTO
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