- Oh mi Cristo,
- Sí, tu amor es eterno.
- Pero aun el que cree en tu santo nombre ha de interiorizarlo en su espíritu,
- para que su humanidad se libre del letal infierno.
- Oh Santo,
- el propósito de la Sagrada Palabra es guardarte del maligno.
- Y darte a conocer, que en el aposento alto,
- nos revistió de poder el Santo Espíritu.
- Oh Cristo Redentor,
- en el execrable sacrificio de muerte, y muerte de cruz, nos reconciliaste con el Padre.
- Y tan grandioso fue tu amor,
- oh Rey de la gloria, que el majestuoso perdón que verbalizaste en la cruz, fue el mayor galardon para las almas que creyeron ser de tu eterno linaje.
- Oh Hijo del Hombre,
- precisos estamos de tu santísima verdad.
- Porque los heraldos que fervientemente amamos tu glorioso nombre,
- nunca retrocederemos exhortando la doctrina de Unicidad.
- Oh Fiel y Verdadero,
- el día del arrebatamiento de tu amada Iglesia se acerca.
- Y nuestra alma estará rendida a tus pies, oh Cristo Jesús, para que la luz del cielo,
- en el corazón de tus auténticos hijos resplandezca.
- Paz de Cristo
viernes, 21 de octubre de 2022
AMAD A TODOS LOS SERES HUMANOS EN EL AMOR DE CRISTO
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