- La Biblia dice: Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión.
- Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
- Acerquémos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
- Oh mi Cristo, en todo momento dispuesto esta el trono de la gracia, para que respladezca nuestra espiritual visión;
- que ha lugar al bienaventurado,
- en el reino más glorioso.
- Oh Cristo Redentor,
- tu humillación hasta la muerte, y muerte de cruz, hizo derramar tu preciosa sangre para dar luz al nuevo pacto de la gracia.
- Y con tu grandiosa redención y justificación, oh Señor,
- nos revestiste de la celestial excelencia.
- Oh Hijo del Hombre,
- en tu santo sepulcro, rodaron una piedra para custodiarlo.
- Pero al tercer día, por tu glorioso nombre,
- fuiste el primogénito de los muertos resucitado.
- Oh Soberano Arquitecto,
- inescrutable es la gracia
- de tu eterno templo,
- por su sobrenatural omnipresencia.
- Oh Alfa y Omega,
- tu angosta senda se vuelve muy adversa a nuestros inseguros pasos.
- Pero por ser lámpara a nuestros pies, oh Rey de reyes, la Escritura Sagrada,
- hemos de ser ineludiblemente tus victoriosos y santos heraldos.
- Paz de Cristo
domingo, 23 de octubre de 2022
EL TRONO DE LA GRACIA NOS LLEVARÁ SIEMPRE DE TRIUNFO EN TRIUNFO, OH CRISTO
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