- Oh mi Cristo,
- cuando tus siervos entiendan que Tú eres el Alto y Sublime que los sustentas desde antes de la fundación del mundo.
- Entonces la unción del Santo Espíritu,
- habrá raido de la faz de la tierra todo lo vil y nauseabundo.
- Oh Rey de reyes,
- en tu imperio no existe sombra de variación.
- Porque con tus misericordias y favores,
- siempre fuimos revestidos en su punto de sazón.
- Oh Cristo Redentor,
- de la cruz del Calvario,
- la chusma no pudo bajarte con sus vituperios y escarnio,
- contrarios diametralmente a tu excelso amor.
- Oh Cristo Jesús,
- estando en la más absoluta tiniebla,
- nos investiste de inaccesible luz,
- con tu sobrenatural gracia.
- Oh Cristo Altísimo,
- Tú ves al insolente mundo desde la bóveda celestial.
- E inmerecidamente nos has dejado arrepentirnos en el Lugar Santísimo,
- para con la paz de tu excelsa diestra, justificar nuestro perverso mal.
- Paz de Cristo
jueves, 27 de octubre de 2022
TU PAZ SOBREPASA TODO ENTENDIMIENTO, OH CRISTO
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