- Oh mi Cristo,
- exite la línea roja del maligno, que el verdadero cristiano no puede traspasar.
- El hombre es como la sombra que pasa, dice el Sagrado Escrito.
- Y se le ve de lejos mezclado con la impostura, que ya no puede ocultar.
- Oh Cristo Jesús,
- para tu santo nombre somos cartas leídas.
- Y no existe obscuridad, que pueda oponerse a tu admirable luz,
- porque en ella resplandecerán por los siglos tus almas escogidas.
- Oh Cristo Altísimo,
- cuando uno clama a tu santuario con la poesía Cristocéntrica; no se puede identificar con el que muestra su euforia desmedida por España, haciendo caso omiso de los españoles con la más soterrada indiferencia.
- ¡ESPAÑA PARA CRISTO!
- Sí, esta frase abarca a todos los hijos de Dios, nacidos en este pais; porque predicamos su Sagrada Palabra cada día hasta lo último de la tierra.
- Oh gran Dios,
- a la oveja que se perdió, Tú con denuedo la buscaste hasta encontrarla.
- Pero otras ovejas, entre las que me encuentro, fuimos veleidosamente apartadas por la impostura de algunos fariseos,
- que no le dieron valor a la poesía Cristocéntrica.
- Oh Hijo del Hombre,
- en esta poesía he expresado lo que siente mi corazón.
- Agradezco fervientemente, oh Cristo Jesús, la revelación de tu majestuoso nombre;
- porque me permitirás, oh Señor, por tu gran misericordia, abrir la única y celestial puerta de eterna salvación.
- Paz de Cristo
martes, 25 de octubre de 2022
LA IMPOSTURA DEL DIABLO NO SE PUEDE DISIMULAR, OH CRISTO
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