- Oh Cristo Redentor,
- Tú te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz, para vencer al imperio de la muerte.
- Y la universal manifestación de gloria, oh Cristo Jesús, fue ofrendar a la impía humanidad tu excelso amor;
- haciendo, oh Señor, con tu preciosa sangre derramada el nuevo pacto de la gracia, para dar salvación al ser humano que creyere en tu majestuoso nombre.
- Oh Santo de Israel,
- Tú nos perdonaste a sabiendas de que éramos una horda de pecadores.
- Y no teniendo en cuenta los lacerantes latigazos en tu cuerpo, ni tampoco a las septicas almas que te escarnecieron, hasta la expiración fuiste fiel,
- oh Rey de reyes y Señor de señores.
- Oh Hijo del Hombre,
- la verdadera unción del siervo aprobado, ha de ser confirmada por sus frutos de genuina piedad.
- Porque, oh Señor, el que invocare tu glorioso nombre,
- siempre habrá de hacerlo en santidad.
- Oh Cordero inmolado,
- que nadie se ufane en tu santo nombre de haberte dado toda la gloria, porque su veleidosa conducta ha dejado un sinnúmero de cabos sueltos en el angosto camino.
- Y es que, el irreprensible heraldo;
- es el que, con quebrantamiento de espíritu, persiste postrado en el Lugar Santísimo.
- Oh Fiel y Verdadero,
- tu eterno pensamiento está en la Sagrada Escritura.
- Y será en el día postrero,
- oh Cristo Altísimo, cuando nos dirás si hemos sido una nueva criatura.
- Paz de Cristo
jueves, 13 de octubre de 2022
LA UNCIÓN SOBRENATURAL ES RESISTIR AL DIABLO EN CRISTO
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