- Oh mi Cristo,
- siento lo más ignominioso en la aflicción de la carne.
- Oh Santo Espíritu,
- haz con premura, que tu excelsa gloria en mi alma se manifieste.
- Oh Cordero inmolado,
- a mi despertar le vivificó tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario.
- Y es que, fue mi espíritu acrisolado,
- por tu eterno santuario.
- Oh Cristo Jesús,
- necesito con apremio ser revestido de tu santidad.
- Porque a todo el que toca tu inaccesible luz,
- recibe el sobrenatural conocimiento de la única y sagrada verdad.
- Oh Cristo Altísimo,
- activa la percepción de la gracia en mi espíritu, para que antes de que el tiempo esquilme mis fuerzas,
- pueda haber alcanzado la gloriosa estatura del varon perfecto.
- Porque el viento recio de Sion, anunciará para mi regocijo sus loas más bellas.
- Oh Sumo Redentor,
- anatema es la mentira del maligno en el plan de salvación.
- Porque en tu muerte, y muerte de cruz abominable, oh Señor,
- resplandeció hasta en el ignoto universo, la piadosa e imperecedera majestuosidad de tu santísimo perdón.
- Paz de Cristo
domingo, 30 de octubre de 2022
DESPIERTA ESPIRITUALMENTE EN CRISTO
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