TÚ NOS GUARDAS EN EL YERMO DESIERTO, OH CRISTO

• Oh mi Cristo, 
• Tú nos has dado ejemplo de como se resiste al diablo en el desierto.
• Has de afirmarte en el conocimiento del Sagrado Escrito, 
• para dar cumplimiento al propósito bíblico. 
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• Oh Alto y Sublime, 
• multiplica exponencialmente la fe, para no sólo predicar la Sagrada Palabra,
• sino ser un heraldo hacedor de lo que a las almas se instruye,
• para que la semilla bíblica germine en el corazón que Cristo espiritualmente sana.
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• Oh Rey de reyes y Señor de señores, 
• de gracia inmerecida hemos recibido la Sagrada Escritura. 
• Y son tus prodigiosos favores, 
• los que han hecho del profano una nueva criatura.
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• Oh Cristo Altísimo, 
• Tú has dado fruto en tierras estéril con el Evangelio de la gracia.
• Y los perdidos se han quebrantado en el Lugar Santísimo, 
• con la rodilla genuflexa.
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• Oh Cristo Jesús, 
• toda iniquidad del alma es vencida con la espada de dos filos del antiguo y nuevo Testamento. 
• Y es que, el radiante resplandor de tu admirable luz, 
• oh Señor, siempre vence a la entenebrecida obscuridad del yermo desierto. 
•                      Paz de Cristo