- Oh mi Cristo,
- el ser humano se obstina en defender lo carnal.
- Y obvia el glorioso principio bíblico,
- que es la inagotable fuente espiritual.
- Oh Santo de Israel,
- tus pensamientos siempre evocan la gloria eterna.
- E indefectiblemente en su sobrenatural revelación ha de intervenir el don de la fe,
- para que estemos concernidos en el gozo de una vida plena.
- Oh Hijo del Hombre,
- Tú viniste a deshacer las obras del diablo.
- Y por ser el único y Soberano Dios manifestado en carne;
- engendraste a tus genuinos hijos, con la gracia del nuevo pacto.
- Oh Cristo Altísimo,
- tu gloriosa resurrección es nuestra sagrada heredad.
- Y el que no se ha quebrantado en el Lugar Santísimo,
- nunca tendrá el conocimiento de la perfecta verdad.
- Jesús, dijo: De cierto, de cierto te digo, el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
- Lo que es nacido de carne, carne es; y lo que es nacido de Espíritu, espíritu es.
- Oh Eterno, solo tus auténticos hijos consagrados,
- son los que viven por fe y para fe.
- Paz de Cristo
lunes, 3 de octubre de 2022
LO CARNAL NO HA LUGAR EN CRISTO
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