- Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
- Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
- Oh mi Cristo, lo siervos que a tus santísimos pies estamos postrados,
- recibimos celestiales bendiciones todos los días.
- La Biblia dice: A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.
- Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos, para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios.
- Oh Santo de Israel, a tus preceptos biblicos, los que tenemos temor del único Dios, estamos sujetos;
- porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
- La Biblia enseña: Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración.
- Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
- Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.
- Oh Cristo Redentor, en tu abominable sacrificio de cruz, nos ofrendaste un universal perdón,
- a los que nos edificamos en tus preceptos biblicos, para ser bienaventurados;
- y loarte hasta el fin, oh Señor, con solemnes oraciones.
- La Biblia enfatiza: Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
- Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
- Oh Alfa y Omega, los heraldos por ti escogidos,
- en tu santo nombre testificamos por fe y para fe.
- Oh Hijo del Hombre, después de resucitado,
- los incredulos pudieron palpar tu santísima llaga.
- Y tú podrás ser glorificado;
- si en adoración amas, al Señor Omnipotente que más te ama.
- Paz de Cristo
domingo, 8 de mayo de 2022
1 PEDRO 4:1-3 EN CRISTO
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