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martes, 10 de mayo de 2022

HABACUC 2:6,7 EN CRISTO

  • ¿No han de levantar todos estos refranes sobre él, y sarcasmos contra él? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta cuando había de acumular sobre sí prenda tras prenda?
  • ¿No se levantarán de repente tus deudores, y se despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos?
  • Oh mi Cristo, en tu juicio postrero, ninguna excusa nos servirá de enmienda;
  • porque irrefutables serán los hechos.

  • La Biblia dice: Por  cuanto tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojaran, a causa de la sangre de los hombres, y de los robos de la tierra, de las ciudades, y de todos los que habitan en ellas.
  • ¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal!
  • Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
  • Oh Santo de Israel, Tú a tus piadosas almas guardarás.
  • Y será en la gloriosa morada celestial,
  • donde tu luz inaccesible, oh Rey de reyes, siempre resplandecerá.

  • La Biblia enseña: Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida. 
  • Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.
  • Oh Hijo del Hombre, toda aflicción de espíritu le será sanada al que no ha profanado tu santísima herida;
  • porque el que así no obró,  la segunda muerte a su alma condenará. 

  • La Biblia incide: ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y el que funda una ciudad con iniquidad!
  • ¿No es esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano.
  • Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.
  • Oh Soberano Redentor, del sacrificio execrable de tu cruz, habla estruendosamente la inmarcesible verdad,
  • del que no abrió su boca: El gran Yo Soy, el Santo;
  • el que se inmoló, para al tercer día resucitar.

  • La Biblia constata: ¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez!
  • Te has llenado de deshonra más que de honra; bebe tu también, y serás descubierto; el cáliz de la mano derecha de Jehová vendrá hasta ti, y vómito de afrenta sobre tu gloria.
  • Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras te quebrantará, a causa de la sangre de los hombres, y del robo de la tierra, de las ciudades de todos los que en ellas habitan.
  • Oh Alto y Sublime, el que siga tus mandamientos, no caerá nunca en la  insensatez;
  • y nada ni nadie le impedirá ser coronado en victoria,
  • por ser sus obras las que de su consagración testifican.

  • La Biblia enfatiza: ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?
  • ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí está cubierto de oro y plata, y no hay espíritu dentro de él. 
  • Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra.
  • Oh Alfa y Omega, 
  • Tú eres el autor y consumador de la fe.
  • Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta. 
  •                  Paz de Cristo 

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