- Mira mi aflicción, y líbrame, porque de tu ley no me he olvidado.
- Defiende mi causa, y redímeme; vivifícame con tu palabra.
- Oh mi Cristo, el inicuo que en tu nombre ha creido se ha santificado;
- porque propicia fue a la verdad su maléfica alma.
- La Biblia dice: Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos.
- Muchas son tus misericordias, oh Jehová; vivifícame conforme a tus juicios.
- Oh Alto y Sublime, ante la tenebrosa tormenta, las almas buscamos tus inexpugnables refugios;
- porque no hay otro, sino Tú, oh Señor, preservándonos de los peligros imprevistos.
- La Biblia enseña: Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, mas de tus testimonios no me he apartado.
- Veía a los prevaricadores, y me disgustaban, porque no guardaban tus palabras.
- Oh Santo de Israel, aún de tu excelsa gloria, no me he visto al extremo rodeado;
- pero sé que profundamente me amas.
- Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; vivifícame conforme a tu misericordia.
- La suma de tus palabras es verdad, y eterno todo juicio de tu justicia.
- Oh Sumo Alfarero, en tu gloriosa rueda, has moldeado nuestra alma cada día;
- y aborreceremos, cual anatema, la perniciosa mentira.
- Oh Cordero inmolado, en tu execrable sacrificio de cruz,
- no hubo dobleces.
- Y tan radiante fue tu luz,
- que de su tibieza se deshicieron todos los creyentes.
- Paz de Cristo
domingo, 29 de mayo de 2022
SALMO 119:153,154 EN CRISTO
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