- Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.
- Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrendado, llena de veneno mortal.
- Oh mi Cristo,
- guarda a tus siervos de la dialéctica perversión letal.
- La Biblia dice: Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.
- De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
- ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?
- Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así tampoco ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.
- Oh Alto y Sublime, a tus heraldos escogidos,
- les has encomendado la predicación del Evangelio como primordial fin.
- Y no serán otros, sino tus probos hijos, los que anuncien las buenas nuevas de salvación eterna,
- al que en la impiedad permanece.
- La Biblia enseña: ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
- Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.
- Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.
- Oh Hijo del Hombre,
- Tú nos has revelado el eterno pensamiento bíblico, que es diametralmente opuesto a la actitud séptica,
- de la humanidad inicua e inconversa.
- La Biblia enfatiza: Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
- Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.
- Oh Soberano Redentor, en tu inmolación del Calvario, te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz; dándonos ejemplo para que nos retractáramos de nuestra vil osadía,
- y la tornáramos en irreprensible piedad.
- La Biblia constata: Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
- Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar o perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
- Oh Santo de Israel,
- Tú eres el único Señor y Salvador Todopoderoso.
- Paz de Cristo
miércoles, 11 de mayo de 2022
SANTIAGO 3:6-8 EN CRISTO
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