- Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento conforme a tu palabra.
- Llegue mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.
- Oh mi Cristo, es tan prodigiosa y singular tu celestial gracia, para nuestra mente opaca;
- que no somos capaces de asumir tu Sagrado Escrito.
- La Biblia dice: Mis labios rebosarán alabanza cuando me enseñes tus estatutos.
- Hablará mi legua tus dichos, porque todos tus mandamientos son justicia.
- Oh Alto y Sublime, la trivialidad de nuestros pensamientos,
- será un gran impedimento, para que ante tus bíblicos preceptos, no manifieste su antagonismo nuestra burda estulticia.
- La Biblia enseña: Esté tu mano pronta para socorrerme, porque tus mandamientos he escogido.
- He deseado tu salvación, oh Jehová, y tu ley es mi delicia.
- Oh Santo de Israel, por tu grandiosa misericordia, a tu lenguaje celestial nos has asido;
- y será tu inconmensurable piedad, la que concierna a tus siervos de la sobrenatural providencia.
- La Biblia incide: Viva mi alma y te alabe, y tus juicios me ayuden.
- Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos.
- Oh Hijo del Hombre, las manifestaciones de gloria, de tus palabras fluyen;
- pero necesitamos que grabes en las tablas de nuestro engañoso corazón, tus gloriosos fundamentos.
- Oh Rey de la gloria,
- nuestra atrabiliaria vida, no nos hace permeables a tu sabiduría de lo alto.
- Pero sin santidad, no será nuestra la eterna victoria;
- porque no habremos agradado, al que de Israel es el Santo.
- Paz de Cristo
lunes, 30 de mayo de 2022
SALMO 119:169,170 EN CRISTO
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